La Guardia Civil de Sevilla trabajó en 157 desapariciones en 2013: solo faltan por resolver 17 casos

  • En el 60-70% de los casos de menores, se trata de jóvenes que han huido de centros de internamiento. 
  • "La mayoría de los menores que desaparecen, acaban apareciendo", explica el jefe del equipo de Homicidios y Desaparecidos de Sevilla.
  • Los agentes necesitan "mucha intuición, mano izquierda y psicología" para desarrollar este trabajo.
Agentes de la Guardia Civil en tareas de búsqueda.
Agentes de la Guardia Civil en tareas de búsqueda.
EFE / Pepe Zamora
Agentes de la Guardia Civil en tareas de búsqueda.

No llevan uniforme ni tricornio. Tampoco lucen bigote ni inspiran temor. El equipo de Homicidios y Desparecidos de la Guardia Civil de Sevilla está compuesto, para las labores del día a día, por cinco agentes de paisano dirigidos por el sargento Diego Quintero, un hombre joven, pero con mucha experiencia en lo que hace.

"Siempre hay que ponerse en el lugar de las familias y pensar que lo que te están contando te puede pasar mañana a ti", explica a 20minutos. Y es que, para poder hacer lo que hacen a diario, necesitan "mucha intuición, mano izquierda y psicología".

Aunque su trabajo es duro, el sargento Quintero quiere lanzar un mensaje positivo. "La mayoría de los menores que desaparecen acaban apareciendo", asegura.

La mayoría, de centros de internamiento

Las cifras hablan por sí solas: la Guardia Civil se hizo cargo el pasado año de 157 casos de desaparecidos en la provincia de Sevilla. De ellos, 87 eran menores y 70 adultos. Solo faltan por esclarecer 12 casos de menores y 5 de mayores de 18 (entre ellos, el de la joven desaparecida en Marchena). El año anterior se denunciaron 205 desapariciones (122 de menores y 83 de adultos). Han aparecido todos menos 19 personas.

En lo que a menores se refiere, la mayoría (entre el 60 y el 70% de los casos) son chicos que han huido del centro de menores en el que estaban internados (muchos de ellos, inmigrantes ilegales). Y, salvo algunas excepciones, el resto son jóvenes que se han fugado con su pareja que, en la mayoría de los casos, es mayor de edad.

En estas situaciones, "también les asesoramos para que intenten hablar con los padres y resolver el problema. Y le explicamos al adulto que se le podría acusar de un delito de incitación al abandono". Al final, casi todos acaban volviendo a casa.

Foto actual

Y otro mito que se cae. Cuando desaparece una persona, "se busca desde el primer minuto". Nada de esperar a que pasen 24 o 48 horas. "Eso es una leyenda urbana", aclara el sargento, que asegura que, en el caso de los adultos, es más habitual de lo que parece que "la gente se vaya voluntariamente sin decirle nada a nadie".

Pero, ¿qué hacer si desaparece un familiar? Lo primero es presentar la denuncia en el puesto más cercano, donde realizarán una primera baremación del caso para determinar, entre otras cuestiones, si se trata de un caso de alto riesgo de riesgo limitado. Después será la Policía Judicial quien se encargue de la investigación.

Los familiares deben llevar una foto del desaparecido. "Es importante que sea actual y que la persona luzca un aspecto cotidiano", cuenta el sargento Quintero. Hace hincapié en ello porque algunas personas "quieren llevar una foto donde el desaparecido salga bien, como en una boda, y no se trata de eso".

Poner carteles es una buena opción, pero la Guardia Civil aconseja que no pongan su teléfono particular, sino el del Instituto Armado (062), el 112 o el de alguna asociación de confianza. "Hay quien busca su minuto de gloria y llama solo para gastar bromas", asegura el sargento. Una acción que "puede conllevar una responsabilidad penal".

Desaparecidos de larga duración

La Guardia Civil tiene en la provincia de Sevilla siete casos de desaparecidos de larga duración, algunos desde hace casi 40 años. Algunos casos de desparecidos se denuncian al cabo de muchos años. "En 2010 tuvimos una denuncia de un desaparecido en los años 70", explica el sargento Quintero. Muchas veces se acude a las autoridades para resolver una herencia.

Algunos de los casos más difíciles de resolver son aquellos en los que ha aparecido un cadáver, pero no se puede identificar. Es el caso, por ejemplo, de una mujer cuyo cadáver apareció en el embalse de Torre del Águila, en la localidad sevillana de Utrera en 2008. Cuando se dan casos como el anterior, la Guardia Civil manda los detalles del caso a todo el mundo a través de la Interpol. Los países con los que más se trabaja suelen ser Polonia, Rumanía y Marruecos.

Nuevo programa de búsuqeda

El Ministerio del Interior quiere poner en marcha el Sistema de Alerta de Menor Desaparecido, similar a la Alerta Amber americana. La nueva medida pretende dar "máxima difusión ante un menor desaparecido, sobre todo en casos de secuestro".

Se trata, explica la Guardia Civil de Sevilla, de difundir todo lo posible la desaparición, "hablando con medios de comunicación, Aena, Renfe...". Los agentes ya están recibiendo formación al respecto.

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