La Iglesia rechaza el "empleo de la fuerza" por la seguridad del Estado y defiende "el derecho de protesta"

"Pedir diálogo y paz con un verbo encendido o incendiando la calle, no produce el efecto esperado", advierten los obispos

La Iglesia venezolana ha rechazado el "empleo de la fuerza" por parte de los órganos de seguridad del Estado para reprimir las manifestaciones así como los "grupos armados" que han proliferado en los últimos días y, tras defender "el derecho de protesta" siempre que no degenere en violencia, ha instado a un "diálogo nacional" que permita resolver los "problemas" de Venezuela.

En un comunicado emitido este martes, la Presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana ha reconocido su "seria preocupación" los últimos acontecimientos en el país "con sus lamentables consecuencias de muertes, heridos y destrozos de patrimonios familiares e institucionales", así como los saqueos que se han producido en algunas zonas.

Tanto los estudiantes como el resto de ciudadanos "tienen el derecho a la protesta acorde a lo establecido en la Constitución" para poder "expresar inconformidades o desacuerdos", así como "llamar la atención" sobre determinados problemas pero evitando siempre que "la protesta degenere en actos de violencia", ha reclamado la Iglesia venezolana.

Para hacer frente a estas protestas, las fuerzas de seguridad "están obligadas a respetar los Derechos Humanos, ante todo el derecho a la vida" y respetar las leyes, por lo que "rechazamos rotundamente el empleo de la fuerza ejercida en algunas manifestaciones por parte de organismos de seguridad del Estado, que se han extralimitado y han producido consecuencias lamentables e irreparables", ha denunciado la Conferencia Episcopal.

En este sentido, ha reclamado a la Fiscalía "investigar estos casos y poner en manos de la justicia a miembros de estos organismos que hayan abusado de su autoridad".

Igualmente, ha denunciado la "indefensión" de los venezolanos "ante la irrupción de grupos armados no policiales ni militares que han arremetido contra la población", que "están al margen de la ley, no poseen autoridad alguna y atentan contra las bases de la convivencia". Respecto a estos, han reclamado la intervención de las autoridades para detener "sus fechorías" e investigar su actuación, "sea de la tendencia política que sea".

La violencia "es inaceptable venga de donde venga"

Aunque "la protesta es un derecho", no se puede permitir que "se torne violenta" y "se convierta en vandalismo o propicie la ocasión para actos delictivos por parte de grupos que nada tienen que ver con quienes protestan". "La violencia, venga de donde venga, es inaceptable y nunca producirá frutos de sana convivencia", han aseverado los obispos venezolanos.

Así las cosas, tras subrayar que en Venezuela "existen visiones plurales con grandes diferencias entre ellas" y que "ningún modelo social o político tiene el derecho a imponerse a los demás", han hecho un llamamiento a un "diálogo nacional".

"Este no consiste sólo en encontrarse para una escucha obsequiosa del otro, sino para buscar los puntos de coincidencia, atender al bien común por encima de los intereses de alguna parcialidad, a fin de conseguir así compromisos que permitan resolver todos juntos, con responsabilidad y decisión, los graves problemas que aquejan al país y que han generado protestas de distintos grupos de ciudadanos", han subrayado.

"encuentro sincero"

Tiene que haber "un encuentro sincero, abierto y fraterno que permita el diálogo de todos los factores que componen la sociedad venezolana", han defendido los obispos, subrayando que el presidente del país, Nicolás Maduro, "junto con las demás autoridades nacionales, regionales y municipales han de encontrarse con representantes de todos los sectores".

"Si logramos, con una dinámica de participación, escucharnos todos con respeto, entonces, podremos dar importantes pasos para solucionar las dificultades y la crisis que atraviesa el país", ha opinado la Conferencia Episcopal.

En este sentido, ha incidido en que para que el diálogo pueda proceder es necesario "el respeto y reconocimiento de los otros que son distintos". "Pedir diálogo y paz con un verbo encendido o incendiando la calle, no produce el efecto esperado", han advertido los obispos.

Búsqueda de la verdad

Por otra parte, se han mostrado favorables a la Comisión de la Verdad que ha propuesto Maduro, ya que consideran que "la búsqueda de la verdad (...) es un valor que se ha perdido en Venezuela". "Nadie puede pretender la posesión de la interpretación exclusiva y total de los hechos", han resaltado.

Por ello, han advertido de que si se crea dicha comisión, no debe ser para "favorecer a un sector en detrimento del otro, sino para buscar la verdad de acontecimientos dolorosos que han enlutado a familias venezolanas". "Es necesario que Venezuela conozca a quienes han delinquido y paguen su condena, sea quien sea", han defendido en su comunicado, en el que piden el "pluralismo" de los integrantes de la misma.

Por último, tras incidir en que "todos somos hermanos y que podremos ser reconocidos como hijos de Dios", la Conferencia Episcopal ha reclamado "un cambio radical en el lenguaje: que no sea ni descalificador ni ofensivo". "Se puede disentir del otro, pero sin ofender", han recalcado.

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