El portavoz de energía del PNV en el Congreso, Pedro Azpiazu, cree que una posible reapertura de la central nuclear de Santa María de Garoña responde parece "más un capricho que una cuestión de racionalidad energética y política".

Así, ha exigido al Gobierno el cierre definitivo de la instalación atómica, después de que el pasado viernes el Gobierno aprobara un decreto que permitirá a Nuclenor (empresa propietaria de la central burgalesa) solicitar la renovación de su licencia antes del 6 de julio (fecha en la que se cumple un año desde que Nuclenor optara por la paralización unilateral de la actividad de la central).

Con ello, el diputado vasco ha denunciado que es "incomprensible" el empeño del Gobierno español en reabrir una central nuclear de primera generación, "obsoleta, que conlleva riesgos, y a la que se oponen la ciudadanía, las instituciones y los partidos políticos".

Azpiazu ha insistido también en que Garoña ha cumplido un ciclo y "está amortizada", a la vez que ha recordado que "no aporta nada desde un punto de vista de seguridad de suministro" debido a su reducido tamaño.

El portavoz energético del Grupo Vasco responde así también a unas declaraciones de este lunes del ministro de Industria, José Manuel Soria, en las que aseguraba que el Estado se encuentra en un momento de "exceso de capacidad energética".

Precisamente, la Comisión Europea ha asegurado este martes, en respuesta a una pregunta formulada por la eurodiputada del PNV Izaskun Bilbao, que no ha recibido los planes de inversión necesarios para adaptar la instalación burgalesa a las exigencias de seguridad que se detectaron en los test de resistencia que se realizaron tras la catástrofe de Fukushima.