Procedentes de Paraguay, ambos llegaron a Alicante hace unos meses para intentar abrirse paso en el exigente mercado musical de nuestro país. A sus espaldas llegan con cuatro CD grabados con temas melódicos.
Tanto Gustavo como Marcelo reconocen que quieren transmitir su música «a la gente española, que es muy cariñosa. No sabíamos que llegan a ser tan románticos».
Pese a la dificultad de ganarse la vida en la calle a diario, ambos comentan que «no ha sido difícil encontrar trabajo en Alicante por la buena aceptación que tiene el arpa. Otros músicos se han acercado a nosotros para decírnoslo. Esperamos seguir de esta manera».
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