El Congreso de EEUU sopesa suavizar el embargo contra Cuba pero el electoralismo podría frustrarlo

  • Hay un consenso general de que el embargo ha fracasado.
  • Sin embargo, no parece que los candidatos presidenciales quieran dar un paso en este sentido.
  • ¿Por qué? Temen perder votos de cubanos-estadounidenses.

El Congreso de EEUU sopesa suavizar el embargo que somete a Cuba desde hace 45 años, ante la reiterada oposición de la Casa Blanca, pero los intereses políticos podrían frustrar cualquier apertura, según los expertos.La mudanza de los demócratas a los puestos de poder más importantes de la Legislatura en enero ha cambiado el ambiente respecto a Cuba.

Un grupo en el Congreso lidera estos esfuerzos; hay un sentimiento generalizado de que el embargo ha fracasado

La Cámara Baja estudia dos proyectos de ley para eliminar las restricciones de viajes a la isla, mientras que otra propuesta facilitaría la venta de alimentos.

"Existe un grupo de personas (en el Congreso), pequeño pero muy motivado, que lidera estos esfuerzos, cuando hay un sentimiento generalizado de que el embargo ha fracasado", dijo Daniel Erikson, un experto del
Diálogo Interamericano, un centro de estudios.

El objetivo del embargo, impuesto el 7 de febrero de 1962, era forzar el colapso del Gobierno comunista, pero Fidel Castro ha sobrevivido incluso al fin de los subsidios de la Unión Soviética.

Muchos en Washington ven su enfermedad, que le ha apartado del poder desde julio, como una oportunidad para tomar otro rumbo en las relaciones con la isla.

"Si queremos tener influencia con los líderes futuros, sea Raúl Castro u otras personas, la forma de hacerlo no es quedarnos a un lado y rezar para que el régimen se derrumbe, sino establecer contactos", dijo Geoff Thale, uno de los directivos de la
Washington Office on Latin America, una organización no gubernamental que promueve el fin del embargo.

La medida con más posibilidades de prosperar es la eliminación de las restricciones de viaje, que promovería la diseminación de ideas democráticas en la isla, según sus partidarios.

En la Cámara Baja, el demócrata Charles Rangel y el republicano Jeff Flake han propuesto suprimir todos los obstáculos a los viajes entre EEUU y Cuba, un proyecto que ya cuenta con 68 co-patrocinadores.

En diciembre, Flake fue uno los diez integrantes de la mayor delegación de legisladores que ha visitado La Habana desde que Fidel Castro derrocara al dictador Fulgencio Batista en 1959.

Otra propuesta del demócrata William Delahunt permitiría las visitas de cubano-estadounidenses a sus familiares. Actualmente, sólo pueden ir a su país natal una vez cada tres años.

En los últimos años, la Cámara Baja ha aprobado cuatro veces la supresión de las restricciones de viaje y el Senado en dos ocasiones, pero los líderes republicanos lograron que las medidas no se aplicaran mediante maniobras legislativas.

Pero con los demócratas al mando la suavización del embargo tampoco está garantizada.

La dificultad está en el Senado, donde se acumulan algunos de los aspirantes con más peso para suceder a Bush en los comicios del próximo año, como los demócratas Hillary Clinton y Barack Obama, y el republicano John McCain.

"Ninguno de los candidatos presidenciales quiere hacer nada que cause que los cubano-estadounidenses voten contra ellos en las elecciones", dijo Erikson.

Aunque esa minoría representa un porcentaje muy bajo de los votantes a nivel nacional, tiene gran impacto en Florida, un estado clave en las dos últimas elecciones.

Una encuesta realizada en octubre mostraba que los cubanos residentes en EEUU están divididos prácticamente a la mitad a favor y en contra de la supresión de las restricciones de los viajes.

No obstante, los exiliados de más edad y que tienden a ser más conservadores y apoyar el embargo votan en mayor número que los más jóvenes, apuntó Thale.

Incluso si el proyecto de ley pasa la valla del Senado, se deberá enfrentar a un posible veto por parte de Bush.

Los demócratas podrían intentar saltarse ese obstáculo añadiendo la ley sobre los viajes a otro proyecto de aprobación obligada, como los presupuestos del Tesoro, la agencia encargada de hacer cumplir el embargo.

Pero no está claro si el partido de la oposición quiere arriesgar un duelo a ese nivel con la administración sobre Cuba.

A las llamadas a la relajación del embargo, el Gobierno ha respondido con una reiteración de la importancia de no tocar el embargo.

Mientras tanto, Cuba denuncia recrudecimiento

Cuba, por su parte, acusó a EEUU de recrudecer el bloqueo unilateral que mantiene desde hace 45 años contra la isla, con la prórroga de las restricciones de viajes marítimos desde territorio estadounidense.

George W. Bush aprobó este lunes la extensión de la medida, adoptada el 1 de marzo de 1996 por su antecesor, Bill Clinton (1992-2001), al considerar que el gobierno de La Habana podría usar la fuerza "de forma irresponsable" contra naves de este país.

Fuentes de la Cancillería cubana indicaron que la extensión de las restricciones ratifica el propósito de privar a este país del ingreso de recursos financieros, al extenderla a los viajes de recreo.

Viola los derechos del propio pueblo norteamericano al limitar su libertad de viajar

Agregaron que EEUU puede imponer "multas exorbitantes" y someter a juicio a quienes infrinjan las restricciones y que esta decisión se inserta en el denominado "Plan Bush" para "asfixiar a la Revolución cubana" y, además, "viola los derechos del propio pueblo norteamericano al limitar su libertad de viajar".

Las fuentes consideran que el verdadero objetivo del gobierno de Estados Unidos ha sido ejercer un mejor control sobre las "organizaciones contrarrevolucionarias" radicadas en Florida, al esgrimir la defensa de la seguridad nacional.

Las restricciones fueron aprobadas tras el derribo, en febrero de 1996, de dos avionetas procedentes de Miami (EEUU) de la organización
Hermanos al Rescate por parte de cazas cubanos, con el resultado de cuatro personas muertas.

Cuba reiteró, entonces, el derecho a defender su soberanía ante las "provocaciones" de agrupaciones de Miami acusadas de terrorismo por La Habana y de sobrevolar su espacio aéreo o introducirse en sus aguas jurisdiccionales, mientras que EEUU mantiene que las aeronaves fueron derribadas en el espacio aéreo internacional.
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