El presidente de la FxJ critica que el Gobierno haga la "vista gorda" con la Justicia Universal por "presiones"

El presidente de la sección segunda de la Audiencia Provincial de Valencia y de la Fundación por la Justicia (FxJ), José María Tomás y Tío, ha criticado que el Gobierno central "mire para otro sitio" y haga la "vista gorda" por la reforma que restringe la Justicia Universal, y lamenta que España se someta a "presiones" que son "incomprensibles".

El presidente de la sección segunda de la Audiencia Provincial de Valencia y de la Fundación por la Justicia (FxJ), José María Tomás y Tío, ha criticado que el Gobierno central "mire para otro sitio" y haga la "vista gorda" por la reforma que restringe la Justicia Universal, y lamenta que España se someta a "presiones" que son "incomprensibles".

El magistrado Tomás y Tío se ha pronunciado de esta forma en una entrevista concedida a Europa Press, en relación con la aprobación por parte del Congreso de la reforma de la Justicia Universal propuesta por el PP, con el rechazo en bloque de la oposición parlamentaria. Esta iniciativa supondrá el archivo de decenas de causas abiertas en la Audiencia Nacional, como el caso del Tibet.

A su juicio, el Estado "no puede hacer la vista gorda, mirar para otro sitio cuando está descubriendo que ha suscrito un convenio internacional y ha sometido a la Justicia Universal determinados hechos". Al magistrado le parece "tremendo" que asuntos que la justicia española está investigando, y siendo uno de los sistemas judiciales que más apostó por los derechos humanos, "ahora esté mirando para otro lado, volviéndose a la retaguardia, y sometiéndose yo creo que a presiones que son incomprensibles".

El magistrado tiene la sensación de que España, en este punto, "ha cedido ante presiones de otra naturaleza, como ya cedió en la anterior modificación de la Ley Orgánica sobre el tema de la Justicia Universal". El artículo 23 de esta normativa —ha agregado— "ya es la segunda vez que se modifica, siempre por intereses de otros países. En aquel momento fue Israel, y posiblemente ahora será por China".

Preguntado por lo que opina acerca de una de las justificaciones que da el PP para aprobar esta modificación, cuando asegura que no quiere crear falsas expectativas porque la mayoría de causas internacionales acaban archivándose, ha respondido: "cuando tu pones todos los mecanismos para que se archiven los asuntos, al final acaban archivándose".

"Lo que quizá no se acaba de entender bien —ha puntualizado— es que el derecho de las víctimas a la verdad es el primero de los derechos que toda víctima tiene. Y el derecho a la verdad, si un Estado no es capaz de establecer los mecanismos que así lo acrediten, alguien en el mundo tendrá la obligación de buscarlo", ha destacado.

En esta línea, ha expuesto que "está claro" que en España no se van a traer a todos los delincuentes internacionales para que cumplan penas de prisión, y ni siquiera se van a establecer mecanismos de reparación en otro país, "pero una declaración de un órgano judicial independiente y vinculado al imperio de la ley, de responsabilidad, tiene una fuerza impresionante para las víctimas".

Pérdida "absoluta" de derechos

Al respecto, ha comentado que él se ha trasladado personalmente hasta el Tibet para observar qué ha pasado con los derechos humanos, y ha lamentado que es un país "secuestrado por otro": "se vive la esclavitud y la pérdida más absoluta de cualquier derecho que pueda uno reclamar en su nombre".

"La gente del Tibet —ha narrado— está saliéndose de otro país para ir al territorio cedido por la India en la otra parte del Himalaya, y los 40 días que suele durar el tránsito furtivo cruzando el Himalaya se corren riesgos tremendos, porque durante el día puedes ser ametrallado por la vigilancia de la propia China".

A su entender, la situación del Tibet es "espeluznante, las torturas son permanentes, hay gente que está en prisión sin juicio durante cantidad de años, la situación es de vulneración evidente de los derechos humanos". Pero en estos momentos, ha lamentado, China "es un poder demasiado fuerte en el mundo y es capaz de marcar el calendario incluso a organizaciones internacionales que no se atreven a rechistar".

Derechos de las personas

El magistrado ha invocado al derecho de las personas a que se sepa la verdad, y a este respecto ha recordado la sentencia del V Tribunal Internacional para la aplicación de la Justicia Restaurativa en El Salvador que declara a los Estados de El Salvador y Honduras responsables de torturas, desapariciones y masacres. Esta resolución pretende restaurar la justicia para un elevado número de víctimas en el estado de El Salvador. En concreto, once de ellas además del hijo que una de ellas llevaba en su vientre, por ejecuciones extrajudiciales; cuatro, por privación de libertad y torturas; una por desaparición forzada, y por último, un número indeterminado y sin identificar, por la masacre del río Lempa.

Al respecto, Tomás y Tío ha comentado que el Tribunal Internacional —que preside— se constituye como instrumento de búsqueda de la verdad, "porque el primer derecho de las víctimas es el derecho a la verdad". El segundo es el derecho a que se le pida perdón; y el tercero a la reparación: "el derecho a la verdad requiere saber qué ha pasado", ha aseverado.

En esta línea, ha puesto como ejemplo la verdad que finalmente pudo contar ante el tribunal una de las víctimas de El Salvador, una mujer que declaró por lo que tuvo pasar unos 20 años después de registrarse los hechos: "cuando llega al tribunal y lo cuenta, luego se transforma", ha resaltado. "Y solamente porque ha podido contar la verdad y porque alguien le ha llamado de tú", ha subrayado.

Esta víctima tuvo que huir del territorio junto con su hermana cuando tuvieron lugar una de las múltiples atrocidades en el país, y sufrió torturas y violaciones. Tras ello, pasó 23 años sin contar nada a nadie, ni siquiera a su marido. "Era una mujer destrozada, con unas carencias y unas reservas, con un dolor dentro y una tristeza".

Hasta el último día —ha reproducido el magistrado— en el tribunal no sabían si la mujer iba a acudir porque "no se atrevía a hablar, porque le daba vergüenza contar lo que vivió". Finalmente fue y entre sollozos retransmitió lo que sufrió. "Era una mujer destrozada, le tratamos con mucho respeto, con reverencia", ha descrito.

Cuando terminó su relato —ha aseverado—, los miembros del tribunal se levantaron y él personalmente le preguntó si le podía dar un abrazo, a lo que ella le contestó: "hace 25 años esperaba que alguien me abrazara. Es tremendo", ha aseverado. Tras declarar, se convirtió en una mujer "extrovertida, radiante, que se había transformado". "Esto es una experiencia de restauración tan grande que solo hace falta escuchar", ha concluido.

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