El festival de teatro alternativo Indifest traerá mañana, domingo, el penúltimo espectáculo de la presente edición, 'No hay burlas con el amor', con el que la compañía vallisoleta Teatro Furtivo ofrece una versión de la comedia de Calderón de la Barca sobre enredos sentimentales.

En un comunicado, la Fundación Santander Creativa, que patrocina el Indifest, ha expluicado que, según la compañía vallisoletana, el texto de la obra mantiene "toda su riqueza y expresividad y pone un ritmo vertiginoso a la acción".

"Esa diversión, ese gusto por el juego teatral continuo, nos cautivó y nos ha permitido contar esta historia de amor escrita hace 400 años a nuestra manera", han apuntado desde la compañía.

'No hay burlas con el amor', del dramaturgo Calderón de la Barca, es, en palabras de la compañia, una "vertiginosa comedia" del autor barroco en la que, a través de numerosos enredos de amor, despliega toda su ironía.

Don Juan, un joven enamorado, necesita la ayuda de su amigo Don Alonso para poder cortejar a su enamorada Leonor sin que Beatriz, la hermana de ésta, se percate.

Ha añadido que se trata, en definitiva, de un "juego dinámico de tramas y 'subtramas' en torno a un tema central: el amor y las contradicciones que crea en cada uno de los personajes en su constante búsqueda de deseos e intereses".

Según la compañía, Calderón retrata, por tanto, un mosaico de las vanidades y egos que aun*que cambien las modas y costumbres siguen siendo fiel reflejo de los com*portamientos cotidianos.

Carlos Marchena dirige este montaje, interpretado por Ángel Martín, Alfre*do Noval, Luis Heras, José María Ureta, Silvia Herraiz, Sheyla Niño, Raquel Varela y Javier Bermejo.

Ix indifest

El IX Indifest, una cita con el teatro independiente diseñada por Escena Miriñaque y patrocinada por la Fundación Santander Creativa (FSC), concluirá el 2 de marzo tras haber pasado por él ocho destacadas compañías españolas de teatro alternativo.

Y lo hará con la obra 'Prisionero en mayo', de la compañía madrileña 'Vuelta de Tuerca', que desea mostrar "el conflicto entre dos formas dispares de entender la libertad, la culpa y el encierro".

Abel encarna a ese preso reflexivo, solitario, de pocas palabras, ése que, como señalaba Dostoievski, es el que recién llegado al presidio parece el más apacible -escrupuloso lector de la Biblia- cuando en realidad ha cometido el crimen más atroz.

"Prisionero en mayo retrata un encuentro imposible, una insólita amistad en un lugar confinado; una cárcel en medio de la nada que no deja de ser, como todas nuestras prisiones* un espacio mental", ha apuntado la Fundación Santander Creativa.