El Ayuntamiento de Maó ha renunciado a la instalación de la escultura en recuerdo de las víctimas del barco prisión 'Atlante' en la zona de la Colársega del puerto de Maó, según han anunciado oficialmente este viernes fuentes municipales.

El equipo de gobierno ya anunció este jueves que su intención era llegar a un acuerdo con el Grupo Socialista, que en todo momento se ha mostrado contrario a la colocación de la obra puesto que, según consideran, incumple la Ley de Memoria Histórica al hacer referencia a un bando concreto.

Durante la Junta de Portavoces celebrada este viernes se ha decidido, por tanto, no instalar la escultura, aunque todavía no se ha aclarado si se colocará una placa en memoria de las víctimas del buque prisión.

La escultura, elaborada por la artista Mila Ahedo, ya estaba finalizada puesto que la intención era instalarla a finales de este mismo mes y, en esta línea, el Ayuntamiento ya había pagado la obra. Por tanto, el monumento de acero inoxidable es ahora propiedad del Consistorio y, según fuentes municipales, se aprovechará el material para otros usos.

Cabe recordar que los familiares de las víctimas del 'Atlante' anunciaron este jueves su intención de renunciar a la escultura en recuerdo de sus antepasados "si no se alcanza un acuerdo político".

El colectivo presentó un escrito dirigido a la alcaldesa de Maó, Águeda Reynés, a través del cual pedía una reflexión a los partidos políticos y les instaba a llegar a un acuerdo sobre el monumento. En el caso de que no se alcanzara un consenso político, como ha sido el caso, solicitaban la autorización para colocar una placa conmemorativa con la leyenda 'A los cautivos del barco Atlante 1936. A todas las víctimas inocentes' que sería sufragada por ellos mismos.

La "bondad" de la propuesta, "SILENCIADA"

Por su parte, el Ayuntamiento criticó también que la "bondad" de la propuesta "ha sido silenciada por el ruido y las versiones de homenaje a un bando o otras expresiones desafortunadas o malintencionadas" que, según denunciaron, "han distorsionado la versión real del proyecto.

"No era intención en absoluto despertar contrariedad en colectivos o particulares, una reacción que, independientemente de su alcance, es suficiente para estudiar una reconsideración", manifestaron.

En esta línea, aseguraron que la reacción contraria que ha suscitado esta iniciativa ha motivado una nueva reflexión sobre la oportunidad y la aceptación de la escultura. "Si un monumento ideado para la reconciliación provoca enfrentamiento, resulta obvio que no cumple el objetivo", remarcaron.