Un policía nacional que ha declarado este jueves en el juzgado de instrucción número 21 de Valencia, en calidad de testigo-perito, ha asegurado que directivos de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) "le insistieron e insinuaron la necesidad de llevarse a las dependencias de Valencia Sud" la caja negra del metro accidentado en la Línea 1 de Metrovalencia en julio de 2006 "para conocer cuanto antes lo que había pasado".

Según consta en su declaración sobre el accidente en el que fallecieron 43 personas y otras 47 resultaron heridas, los directivos de la empresa pública le aseguraron que "era el único lugar donde se podían extraer los datos".

Este agente de la policía científica, al que habían ordenado que se trasladase al lugar del siniestro para recoger la caja negra y llevarla a Jefatura, ha asegurado que, a su llegada a la estación de Jesús, la entonces gerente de FGV, Marisa Gracia, "le indicó que ellos querían llevársela a Valencia Sud ya que querían ver el contenido".

En ese momento, el policía llamó a su jefe para informarle de lo que le había comunicado la gerente y finalmente, por orden de éste, se desplazó con la caja a Valencia Sud con Gracia y otras personas de FGV.

El agente ha declarado que todo se desarrolló "en un tono normal" y que "no hubo una discusión propiamente dicha".

Una vez en la estación de Valencia Sud, conectaron la caja a un tren de iguales características que el siniestrado y extrajeron los datos con un ordenador portátil. Según ha explicado, a continuación fueron a un despacho donde tenían el ordenador con el programa necesario para interpretar esos datos y el propio agente sacó fotografías de las pantallas que aparecían en ese ordenador y se quedó con los disquetes que, según le indicaron, contenían la información de la caja negra.

El policía, que cree recordar que fue él quien "insinuó la conveniencia de levantar un acta" al personal de FGV, ha explicado que no la firmó porque los agentes de policía científica levantan su propia acta de inspección ocular.

Tres horas después, el policía entregó en jefatura el acta y los disquetes e informó de lo que había presenciado. Su declaración recoge asimismo que "la actuación se desarrolló sin ninguna incidencia".

Según ha señalado, finalmente no intervino en la elaboración del informe técnico policial ni levantó acta de inspección ocular de lo presenciado porque, ya en Jefatura, le dijeron que no lo hiciese "ya que lo incluirían en el informe".

"la caja negra se quedó en fgv"

De acuerdo con su testimonio, "la caja negra se quedó en FGV" porque "no recibió ninguna indicación sobre si tenía o no que llevársela con él" y, además, "le dijeron que no contenía nada", que "una vez volcados los datos, ésta se quedaba vacía".

A preguntas de uno de los letrados, el agente ha relatado que preguntó al técnico que le acompañaba durante el volcado de datos qué velocidad se podía alcanzar en la curva donde se produjo el accidente, a lo que esté contestó que 40 kilómetros por hora, y también qué velocidad máxima podía alcanzar el tren, a lo que el técnico respondió que 80. Según ha explicado, ambos vieron en pantalla una gráfica "donde se observaba última parada 0 kilómetros por hora, subiendo progresivamente hasta 80 para seguidamente caer repentinamente a 0".

Custudió la caja "en todo momento"

Igualmente, ha declarado que era la primera vez que veía una caja negra como esa y que participaba en un volcado de ese tipo de datos, aunque sí tiene suficientes conocimientos para saber lo que es la copia de datos a un disquete, y que estuvo con la caja del convoy siniestrado "en todo momento desde que se la entregaron en la salida del metro de Jesús hasta el vaciado de datos".

En respuesta a otro de los abogados, el policía ha asegurado que no recuerda si le pidió autorización a su superior para que la caja negra se quedara en Valencia Sud una vez extraídos los datos, ni tampoco que ésta se precintase cuando abandonó esas instalaciones.