El dueño de Setex declaró ante la jueza que detectó "pagos poco claros" de Gervasio Rodríguez en Vendex

Afirma que Orozco le "echó una bronca" por "enchufar" a personas del PP y cree que alguien le dio esa "información falsa"
Registro en la sede de Vendex en Ourense
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EUROPA PRESS
Registro en la sede de Vendex en Ourense

El propietario de Setex Aparki S.A. —empresa con el mismo origen societario que el Grupo Vendex y que prestaba servicios de la grúa y ORA en A Coruña, Lugo y Ourense—, Jaime López Aguilar, declaró ante la jueza instructora de la Operación Pokémon, Pilar de Lara, que ya con 20 años había detectado "irregularidades" con el dinero y, posteriormente, constató "pagos poco claros" de Gervasio Rolando Rodríguez Acosta, socio de su padre. De ellos llegó a advertir a su progenitor.

En su comparecencia ante la jueza, afirmó que "nunca tuvo acceso a las dos contabilidades" del grupo, que atribuye a Rodríguez Acosta, pero señaló que cada vez que había un contrato nuevo, aparecían "cantidades con el epígrafe gastos de elaboración de proyectos y puestas en marcha", que eran "cifras con muchos ceros" y que, a su entender, "era la justificación que tenían para pagos poco claros".

Asimismo, explicó el "modo de operar" de Rodríguez, el cual consistía, detalló, en "vaciar" las cuentas de las delegaciones para una tercera con el fin de lograr pagar "menos impuestos" a Hacienda, que tenía dificultades para detectar "la doble contabilidad" por la forma de traspasar los fondos.

El Grupo Vendex nació con tres socios al inicio, uno de ellos, Jaime López Garrido, padre del actual administrador único de Setex. Los otros dos eran José Pereira Martínez —que nunca entró en Setex— y Gervasio Rolando Rodríguez Cuesta.

López Aguilar se hizo con la parte que le correspondía de la empresa, en la que había empezado a trabajar en 1978 en distintos departamentos —fue cajero, vendedor de camiones y administrativo—, cuando falleció su padre, que era presidente del grupo cuando él se incorporó.

Según expuso ante la jueza, a la que pidió personarse en el caso como perjudicado en las concesiones públicas —solicitud que fue aceptada—, fue entonces cuando empezó a "pedir cuentas" a Rodríguez sobre las 38 sociedades que tenían en común, pero "pasaban los meses y no conseguía nada".

Finalmente, Setex Aparki acabó separándose con López Aguilar a la cabeza y tras alcanzar un acuerdo de compraventa de acciones con sus antiguos socios. En su testimonio, afirmó que quería llevarse esta empresa con él, en la que lo había situado su padre por el "enfrentamiento tan grande" que tenía con Rodríguez en el año 1989, al estar seguro de que esta sociedad no había acometido irregularidades.

Jaime López hijo, con 20 años, ya había advertido a su padre que observaba algunas "irregularidades" y cuestiones "muy raras", porque le habían dado "dinero para transportar" sin darle explicaciones. Su progenitor le respondió que "ni lo sabía ni lo quería saber", y, con posterioridad, reconoció que Gervasio Rodríguez "era un cáncer, pero había crecido tanto que no podía apartarlo".

Durante su declaración, el propietario de Setex aseguró que una de las cuestiones que le movió a actuar en este caso fueron las manifestaciones de Rodríguez al respecto de que "no concebía ganar concursos sin pagar". Así, afirmó que él lleva "varios años con contratos con las administraciones sin hacer esto" y que le "dolía como empresario" que se diga que "en este país no se puede conseguir contratos sin pago de comisiones".

"bronca" de orozco

En el caso de la adjudicación de la ORA en Lugo, según el relato incluido en el sumario, un año antes de que Setex Aparki finalizase el contrato, el alcalde, José López Orozco, les dijo "muy enfadado que se llevaban demasiado bien con la oposición, concretamente con el PP, y que tenían que cambiar al delegado, Manuel Gegundez". "Prácticamente se lo exigió muy airadamente diciendo que si quería seguir teniendo el contrato tenían que quitar(lo) del servicio".

La empresa sustituyó a Gegundez por Ana Trabada, pero siguieron manteniendo a Javier Reguera como controlador de la ORA. Reguera compatibilizó a media jornada este puesto con el de ordenanza en el Ayuntamiento de Lugo, aunque después pidió la excedencia voluntaria.

Entonces, Francisco Fernández Liñares, que era concejal de Seguridad de Lugo, "insistió mucho" en la contratación de Reguera para la ORA. No les dijo que tenían que poner a Reguera, pero fue lo que "pensaban todos" y aseguró que, la "puntilla" se dio cuando "el alcalde dijo: 'si queréis seguir en Lugo, tenéis que quitar a Manuel Gegundez'".

No obstante, dice que el alcalde lucense "no tuvo" ninguna "otra participación" en la adjudicación, pero que casi que lo "prefiere" porque ese día le echó "una bronca". De hecho, declaró que él decía que "tenía un libro de afrentas muy gordo contra Setex porque decía que habían enchufado a personal del PP y dejado fuera a enchufados del PSOE", lo que "no era cierto", pero —manifestó López Aguilar— "alguien le había dado esa falsa información porque el objetivo era quitar al delegado".

Además, López Aguilar asegura que tuvo una reunión con Fernández Liñares cuando Setex pidió una prórroga de la concesión y la junta de gobierno local contestó que se abría un expediente, pero que la "negociación" la llevaría ese concejal. Cuando salió de la comida, el empresario asegura que pensó "ciertamente" que Liñares le "estaba pidiendo dinero" y que, aunque no se lo dijo "claramente", así lo dedujo de las palabras como "lo que hace falta es llevarnos bien, tú ya sabes lo que tienes que hacer". Agrega que, pese a no hacer nada, obtuvieron la prórroga.

En un informe de Vigilancia Aduanera, incluido en el sumario, se recoge que Javier Reguera, cuando todavía trabajaba para Setex Aparki, "ya usaba un teléfono móvil y un vehículo, propiedad de Doal (del grupo Vendex)".

OURENSE

Setex Aparki también recurrió la concesión de la ORA en Ourense, en donde observó que el delegado de Vendex en Galicia, José María Tutor, "tenía contactos" con Ulloa, al que se lo "llevaba a comer, de viaje y a cualquier cosa y lo hospedaba en el Hotel Meliá Castilla" en Madrid.

Tutor, delegado de Vendex en Galicia, fue empleado de Setex a finales de los años 90, pero fue despedido porque "detectaron que hacía trabajos" para el grupo competidor cuando ya se habían separado. Aunque él lo negó, finalmente lo echaron de la empresa, momento desde el que la ésta notó "un cambio de actitud" en Elena Álvarez, una técnico adjunta en el Ayuntamiento de A Coruña y que "es del mismo pueblo" que el enajenado. Allí, Setex perdió el concurso de la ORA, lo recurrió, pero no prosperó.

En Santiago de Compostela, el concursó salió en la época del regidor socialista Xosé Sánchez Bugallo, cuando Bernardino Rama era concejal de Obras. A él, según declaró el dueño de la empresa, el delegado de Vendex en la capital gallega, Alberto Quintana, "le hacía de chófer".

Jaime López Aguilar manifestó que "no sabe qué hubiera pasado si en las elecciones (de Santiago) hubiese ganado el PSOE" y que en el periodo de Gerardo Conde Roa a Setex "le pareció todo correcto". Setex fue la que se llevó finalmente el concurso de la ORA (ya con Ángel Currás), aunque Vendex la recurrió.

En todo caso, afirmó que "sí vieron algunas cosas" que les llamaron la atención, como que se "atrasase" la presentación de ofertas "para formular alguna consulta" por parte de Tutor.

La jueza le preguntó por el entonces jefe de gabinete de Conde Roa, Ángel Espadas, al respecto de lo que el propietario de Setex afirmó que "no intervino ni para bien ni para mal". En su declaración ante la instructora del caso, Ángel Espadas afirmó que llegó a "echar" de su despacho a Tutor, porque "una cosa era pedir información y otra, trato de favor".

El administrador de Setex también opina, como conclusión "personal", que en el Ayuntamiento de Pontevedra no se presentaron porque "no encontraron a nadie para corromper".

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