Dicen que la profesión de maestro es muy vocacional. Si no, que se lo digan a José Castaño.

Este murciano cumplirá el día 9 de marzo 90 años de edad y sigue yendo cada día a su colegio, en la Senda de Enmedio, para hacer lo que más le gusta: enseñar.

A José, la guerra civil le pilló en el bando republicano y ello le impidió desempeñar su profesión durante 36 años.

Cuando por fin pudo, la jubilación se le echó encima. Siguió trabajando como maestro, bordeando la legalidad, hasta que tuvo que acogerse a la figura del voluntario para la Educación.

Cualquier cosa con tal de estar en el colegio, que lleva su nombre gracias a la iniciativa de otros maestros en 1991, cuando abrió sus puertas. Antes trabajó en el antiguo García Alix.

Ahora da clases de apoyo, ayuda en secretaría y está aprendiendo informática.

Tiene una lucidez envidiable ("el ejercicio desarrolla el cerebro", afirma) y le encanta el trabajo directo con los chicos, que le llaman abuelo y que, según él, "son más sinceros que antes".

Dice que su secreto es "el entusiasmo por vivir y ayudar a los demás".

El día 9, serán los demás quienes lo homenajeen.

Así lo ven sus compañeros

Juan Valverde. Director del colegio José Castaño.

"Es una persona extraordinaria. Da apoyo a los alumnos, les ayuda a preparar las exposiciones orales, echa una mano en secretaría... En julio, se quedaba en el colegio con los alumnos más atrasados".

Julia Montesinos. Jefa de Estudios del centro.

"José no sólo es trabajador, sino que destaca por su trato a los alumnos y a los demás. Es discreto, es un señor. A su lado se aprende mucho, es un referente muy bueno, sólo tiene cosas buenas".

Chari Sidrach. Secretaria del colegio.

"Se trabaja muy bien con él, es un obrero muy bueno. Lleva el tema de la admisión de los alumnos, todo el papeleo y cuando algún  estudiante no viene a clase, se da cuenta enseguida y pregunta por él".