Cantabria, entre las regiones donde el impacto de la crisis ha sido "intermedio", según Funcas

La caída acumulada del PIB se sitúa en torno al 6% y la pérdida de empleo en el 17%, mientras que la tasa de paro aumenta del 7% al 21%
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Cantabria se sitúa entre las comunidades autónomas donde el impacto de la crisis ha sido "intermedio" entre 2008 y 2013, según un estudio de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas). En la misma posición que Cantabria se encontrarían Extremadura, Aragón, Cataluña, La Rioja, Galicia, Cantabria, Asturias, Baleares y Canarias.

País Vasco, Madrid, Navarra y Castilla y León son las comunidades menos afectadas por los efectos de la crisis, mientras que la Comunidad Valenciana, Andalucía, Castilla-La Mancha y Murcia son las más castigadas por la recesión, según los datos del último número de Papeles de Economía Española, editado por Funcas.

El estudio, recogido por Europa Press, sitúa la caída acumulada del PIB de Cantabria en torno al 6% y la pérdida de empleo en el 17%, mientras que la tasa de paro aumenta desde el 7% al 21% de la población activa en los cinco años que median entre el segundo trimestre de 2008 y el primero de 2013.

La evolución del PIB situaría a Cantabria en una posición cercana a las regiones más gravemente afectadas por la recesión, mientras que otros como el empleo o la producción industrial presentan, según el estudio de Funcas, un panorama "mucho menos negativo". En este sentido, se señala que Cantabria es una de las comunidades que ha experimentado un menor crecimiento porcentual del número de parados durante la crisis.

El informe destaca que la trayectoria cíclica de la economía cántabra está bien sincronizada con el conjunto de España. Este hecho, junto con un "elevado nivel de industrialización, mejor dotación de capital humano, menor tasa de paro estructural y mayor apertura exterior, constituyen características estructurales de Cantabria que limitaron de algún modo el impacto" de la crisis.

En este sentido, se señala que la estructura productiva de Cantabria contaba, en los momentos previos a la crisis, con un peso relativo de las actividades inmobiliarias y de construcción entre los más elevados del país (un 22% del PIB), pero el efecto final de la crisis sobre la actividad económica y el empleo total ha sido menor que el que correspondería a su especialización en el sector inmobiliario.

El retroceso acumulado del índice de producción industrial en el periodo de recesión analizado alcanza el -13%, cuando la media española fue del -28%, "el mejor resultado de todas las comunidades autónomas".

El estudio añade que la población activa cántabra alcanza uno de los niveles educativos más altos del país, y que por ello la educación en Cantabria tiene un impacto más bajo que la media nacional para reducir la probabilidad de desempleo. En cambio, las políticas de fomento del autoempleo, que por sí mismas no son especialmente eficaces para combatir el paro en otras regiones, sí tienen en Cantabria "mayores posibilidades de favorecer la reducción del paro".

Desarrollo humano

En cuanto al índice de desarrollo humano, que combina indicadores de salud, educación y bienestar material, ha mejorado un dos por ciento en Cantabria en este periodo. La región se situaba antes de la crisis prácticamente en el valor medio del país. Su comportamiento desde 2007 ha sido "menos negativo" que la media, llegando finalmente a superarla, ante "la menor caída de la renta y el gasto medio de las familias y la importante mejora experimentada en el nivel de desigualdad".

De hecho, el índice de pobreza económica de Cantabria, que tiene en cuenta la brecha relativa de pobreza y el paro de larga duración ha crecido "muy poco" durante el periodo, como en las demás comunidades de la cornisa cantábrica, situándose en 2011 muy por debajo de la media española.

El estudio señala que la crisis apenas ha afectado a la ordenación de las regiones por renta per cápita. Así, País Vasco, Madrid, Navarra, Cataluña, Aragón y La Rioja son las que tienen mayor nivel de renta por habitante, y Extremadura, Andalucía, Melilla, Castilla-La Mancha y Murcia, las que menos.

Asimismo, el informe apunta que sólo seis comunidades han registrado incrementos en el índice de desarrollo humano entre 2006 y 2011: Cantabria y Castilla-La Mancha, con incrementos superiores al dos por ciento, y La Rioja, Asturias, Andalucía y Galicia. El resto experimenta retrocesos en este indicador, especialmente intensos en el caso de Baleares, Canarias, Murcia y Comunidad Valenciana.

Finalmente, el índice de pobreza material se redujo únicamente en Extremadura, País Vasco, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Asturias entre 2008 y 2011, mientras que la media nacional del indicador de pobreza económica se ha disparado un 138% en el mismo periodo.

El factor territorial explica las diferencias

El coordinador del estudio, Eduardo Bandrés, ha destacado que el factor territorial "es un factor relevante que explica las diferencias entre las comunidades autónomas", y ha señalado que las condiciones de partida entre ellas no eran las mismas y las políticas impulsadas no tiene los mismos efectos.

En concreto, Bandrés ha explicado que aquellas regiones que tienen más sincronía con el conjunto de la economía nacional son las que mejor han transitado por los años de crisis. Por el contrario, hay otras que tienen problemas estructurales de fondo que requerirían un tratamiento singular y un tipo de políticas algo más complementarias.

De la misma forma, Bandrés ha subrayado la relación positiva entre educación y empleo y ha recalcado que "allí donde hay mejores dotaciones de educación hay más probabilidad de participar en el mercado de trabajo, de encontrar empleo e incluso de tener un salario más alto".

Por su parte, el director general de Funcas, Carlos Ocaña, ha expresado que la salida de la crisis será diversificada y no habrá un único sector que actúe como sector milagro que lidere la recuperación, sino que habrá toda una variedad de acciones y de sectores que tiren de la economía, y de distintas políticas públicas que ayuden a esta recuperación.

CATALUÑA

Preguntado por los efectos que tendría una supuesta escisión de Cataluña, Bandrés ha argumentado que existirían efectos "muy negativos" sobre la economía catalana y la economía española". "Vivimos en un mundo global con mercados interrelacionados y cualquier 'shock' de esta naturaleza política tiene un impacto económico indudable y siembre negativo", ha explicado.

Con respecto a este tema, Ocaña ha señalado que "hasta ahora no se aprecia un impacto por este debate, pero es verdad que la incertidumbre no ayuda y es conveniente que estas cuestiones se aclaren y se disipen cuanto antes".

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