Los trabajadores de Solaria en Puertollano (Ciudad Real) comenzarán sus movilizaciones este viernes, 21 de febrero, coincidiendo con el inicio de las negociaciones de las organizaciones sindicales con la compañía, ante el anunciado cierre de la factoría y el despido de sus 213 trabajadores.

Así se ha decidido en una asamblea celebrada este martes, a la que han asistido la mayoría de los trabajadores, quienes también han planteado cerrar el calendario de protestas con un viaje a Toledo, que finalizaría ante el Palacio de Fuensalida —sede del Gobierno regional— para reclamar el apoyo de la presidenta regional, María Dolores Cospedal.

La concentración del viernes ante la empresa, situada en el Polígono de la Nava, tendrá lugar a la misma hora que se celebre la primera reunión entre los sindicatos y los representantes de Solaria para acordar las condiciones de los despidos.

Asimismo, según ha informado a Europa Press el presidente del Comité de Empresa, Jesús Manchón, el próximo martes, día 25 de febrero, habrá una manifestación por las calles céntricas de Puertollano, con la que se quiere pedir el apoyo de los ciudadanos y de las instituciones locales.

Apoyo de los grupos políticos

Además, el miércoles 26 de febrero, está previsto que en el pleno municipal se consensúe una moción con los grupos políticos en solidaridad con los trabajadores.

Aunque no ha quedado concretada la fecha exacta, también se llevará a cabo una marcha desde el mercadillo municipal, que se celebra los sábados, hasta el centro de la ciudad.

Finalmente, entre el 10 y 15 de marzo, última semana de negociación prevista con la empresa, se produciría el viaje a Toledo y se intentaría hacer llegar también la situación de los trabajadores a las Cortes regionales, para lo que ya se han comprometido partidos como el PSOE o IU.

Manchón ha señalado que todo tendrá que ir ajustándose en función de cómo vayan desarrollándose las negociaciones con la empresa, aunque ha recordado que la postura de la misma es "radical" en su objetivo de cierre, por lo que las negociaciones "se plantean muy difíciles".