La Audiencia Provincial de Toledo ha condenado a 16 años de prisión a B.K.Z., como autor criminalmente responsable de un delito consumado de asesinato con la atenuante de responsabilidad, por matar a otro hombre en la localidad toledana de Añover de Tajo en septiembre de 2012, tras asestarle once puñaladas.

Según la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, el tribunal toledano también condena a B.K.Z- —que fue juzgado la semana pasada por un jurado popular— a indemnizar al hermano del fallecido con 60.000 euros y al pago de las costas del juicio.

Durante el juicio, el ahora condenado reconoció los hechos y aseguró que lo hizo porque tiene pruebas de que la víctima dejó a su mujer embarazada. "Yo tengo la prueba de que él ha dejado a mi mujer embarazada, lo hice cuando estaba totalmente seguro, tengo pruebas, no tengo miedo", llegó a afirmar.

Fundamentos de derecho

La Audiencia Provincial de Toledo señala, en los fundamentos de derecho, que al estar la autoría del apuñalamiento de la víctima "plenamente reconocida" desde el primer momento por el acusado, el jurado ha tenido que pronunciarse sobre la forma en la que se cometieron los hechos para determinar si fue homicidio o asesinato.

Pronunciándose el jurado a favor del asesinato "al entender probado que el apuñalamiento se produce de forma sorpresiva, inesperada, por la espalda, sin mediar palabra y privando a la víctima de toda posibilidad de reacción o defensa de algún tipo ante tan repentino ataque".

Es por ello por lo que el Tribunal declara como hechos probados que, sobre las 20.00 horas del día 1 de septiembre de 2012 la víctima estaba en la calle Hermanos Pinzón de Añover de Tajo hablando con un conocido, cuando el acusado "de manera sorpresiva y con ánimo de acabar con su vida y tratando de limitar las posibilidades de defensa", se le acercó por la espalda.

Le apuñaló "sin mediar palabra"

Acto seguido, la sentencia indica que sacó un cuchillo de grandes dimensiones que llevaba oculto y "sin mediar palabra" le apuñaló en un costado. La víctima, herida y presa del pánico, intentó huir y se refugió en el patio de una vivienda de la misma calle.

Sin embargo, la Audiencia Provincial señala que fue perseguido por el acusado, que le alcanzó en dicho patio y "le apuñaló nuevamente hasta un total de once veces ocasionándole la muerte".

La sentencia reconoce que el acusado, antes de conocer que las investigaciones se dirigían contra él, se entregó y confesó espontáneamente lo sucedido a la Guardia Civil.