El número de madrileños que están familiarizados con la tasa de basuras no deja de crecer. Desde el inicio de la crisis, seis municipios de la región de los catalogados como grandes o medianos han recurrido a esta fórmula para aliviar sus arcas, perjudicadas por la caída de ingresos y por el hundimiento del mercado inmobiliario y del suelo.

Además de la capital (3,2 millones de habitantes), Móstoles (206.451), Valdemoro (71.578), Arroyomolinos (24.313), Ciempozuelos (23.950) y Humanes (19.248) comenzaron a cobrarla entre 2009 y 2013. Alcalá de Henares (204.823 residentes), intentó hacerlo el año pasado, pero el PP, sin mayoría absoluta, no logró sacar adelante la propuesta.

El gravamen está vigente en una docena de grandes ciudades de la Comunidad. Juntas suman 4.022.247 habitantes, es decir, el 62% de los 6,5 millones de personas censadas en la región. La cifra superaría el 70% de no ser porque grandes localidades del cinturón sur (Alcorcón, Parla, Fuenlabrada, Leganés, Coslada) y los principales enclaves de la zona norte (Majadahonda, Las Rozas, Pozuelo, Torrejón) renuncian a ella.

La tasa más cara corresponde a dos de los municipios recién llegados. Los vecinos de Valdemoro y Arroyomolinos pagan un fijo de 90 euros al año por la gestión de residuos, aunque sus habitantes tienen descuentos en función de los ingresos o en casos de desempleo de larga duración. Les siguen Humanes con 67 euros y Navalcarnero y Ciempozuelos con 65 euros.

En su caso, la tarifa es plana, es decir, independiente del tipo de vivienda (piso, adosado, chalé unifamiliar) y del número de residentes, lo que impide una distribución progresiva de la recaudación en función del poder adquisitivo de los propietarios o de los residuos que generen.

Collado Villalba encabeza la clasificación de los que aplican baremos en función del valor catastral y/o de los metros cuadrados, con casi 60 euros por vivienda tipo. El alcalde, Agustín Juárez (PP), se ha comprometido a bajar la tasa este mismo año.

San Sebastián de los Reyes, con una coste medio de 56 euros al año, no cobra a sus residentes por los garajes y los trasteros. Torrelodones diferencia los bloques de viviendas (41 euros) de los adosados y chalés (51 y 77 euros, respectivamente).

En Galapagar, el precio varía entre los 50 euros de un piso y los 129 que alcanza una casa unifamiliar con parcela propia. En Rivas, el recibo medio está entre los 45 y los 50 euros. Las tasas más económicas corresponden a Madrid (48 euros) y Móstoles (23 euros de media y 37,5 de máxima).

Las ordenanzas fiscales de Navalcarnero, Ciempozuelos, Torrelodones y Humanes no contemplan exenciones o reducciones. Móstoles bonifica el 100% a parados y pensionistas en función de su renta.

El servicio básico y el tratamiento de residuos es prácticamente el mismo en todos los casos. Incluye la materia orgánica y la recogida selectiva (papel, vidrio, plástico).

Majadahonda dispone de centrales de recogida neumática a disposición del 60% de su población. Rivas está probando un sistema que hierve e higieniza los residuos para tratar de aprovechar el 100% de los mismos. Madrid ya produce electricidad para 103.000 hogares en la planta de Valdemingómez. Además, invirtió 78,6 millones en dos plantas para obtener gas, pero la tecnología lleva siete años sin aprovecharse por problemas técnicos.

Los consistorios que han recurrido a la tasa de basuras lo justifican en su situación económica y en la retirada en el año 2010 de la financiación que la Comunidad de Madrid daba por este concepto. "Este servicio es obligatorio y básico. El Consistorio, en lugar de subir el recibo de golpe, lo que hace es irlo incrementando de forma progresiva cada año", aduce un portavoz del equipo de Gobierno de Navalcarnero.

Valdemoro, el ayuntamiento que más cobra a sus ciudadanos, justifica que la Ley Orgánica 2/2012 de Estabilidad obliga a que los servicios prestados "no sean deficitarios". Sin embargo, todas las ciudades consultadas —salvo Ciempozuelos— confiesan que los precios actuales no cubren el coste de la recogida.

Móstoles, con 2,9 millones de euros de ingresos y un gasto de 5,8 millones, solo alcanza a satisfacer el 50% de sus gastos. Madrid recaudará en 2014 algo más de 133 millones, cuando el gasto en recogida y procesado asciende a 138 millones, una cobertura del 96%.

Al ser un impuesto finalista, la tasa de basuras únicamente se puede establecer como forma de costear el funcionamiento del servicio. Sin embargo, hay municipios que han renunciado a darle entidad propia y siguen financiando el tratamiento de basuras a través del IBI u otros conceptos fiscales. Todos ellos, aseguran, han optado por evitar cargas adicionales a las familias en plena crisis.

El PP eliminó la tasa en Getafe y Aranjuez cuando los nuevos alcaldes tomaron el bastón de mando tras las elecciones municipales de 2011. Coslada y Alcobendas se anticiparon y lo hicieron en 2003 y 2008, respectivamente. Pinto recalca que "ni hay tasa ni la va a haber". Torrejón, Alcorcón, Parla, Arganda, Fuenlabrada, Majadahonda, Las Rozas, Pozuelo y Leganés tampoco la tienen en sus planes.

A Gonzalo Torres (38 años) no le pilló de sorpresa el primer recibo de 90 euros que el Ayuntamiento de Valdemoro le giró en 2012: "Ya lo había leído en los periódicos, aunque no sabía que sería el más caro de toda la región".

"Cuando me vine a vivir pensaba que la basura estaría incluida en el recibido del IBI, pero luego resultó que no. Lo que me parece más injusto es que el recibo sea lineal y todos paguemos 90 euros. No es normal que pague lo mismo yo por vivir en un adosado en una zona nueva con mi mujer y mis dos hijos que una pareja de jubilados que vivan solo en un piso pequeño. No generamos la misma basura. Es una tasa meramente recaudatoria", critica.