Las diferentes familias que ocuparon las viviendas municipales vacías ocupadas en la barriada sevillana de Nuevo Amate han mostrado este lunes su "desesperación" por la situación que viven y han solicitado soluciones que "no pasen por irnos a un albergue y tener que entregar a nuestros hijos, tal como nos dicen desde Asuntos Sociales del Ayuntamiento hispalense".

Diversas personas de este colectivo han acudido este lunes a la convocatoria que el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, tenía prevista para inaugurar unas nuevas instalaciones de petanca en el Parque Amate, donde lo han abordado para solicitarle viviendas sociales. Ante esta tesitura, las familias han asegurado que el alcalde se ha "comprometido a dar soluciones", pero "otra vez, igual que también hizo hace tiempo", han apostillado.

En este marco, una de estas personas, Sonia Gómez, ha detallado a los periodistas su situación, en paro desde 2001, con una pareja también en paro desde la misma fecha y con cinco niños, dos de ellos con discapacidad. "En enero, la concejal de Asuntos Sociales, Dolores de Pablo-Blanco, nos dijo que en unos días nos daría soluciones, pero no hemos tenido más noticias ni de ella, ni del concejal de Urbanismo, Maximiliano Vílchez, al que también le hemos mandado escritos para poder acceder a una vivienda social", detalla.

Así, lamenta que "unos se pasen a otros la pelota, el Ayuntamiento y la Junta, las Delegaciones de Asuntos Sociales y la de Urbanismo, pero la realidad es que a día de hoy no tenemos solución". "Sólo pedimos una vivienda ya que hay miles cerradas. No pedimos una vivienda nueva, sino simplemente una vivienda, por pequeña que sea, sin lujos, sin trastero ni garaje, sino con una habitación para poder estar con mis hijos", recalca.

Sonia señala que sólo cuenta con una ayuda cada seis meses por sus hijos, de un total de 1.500 euros, habiéndose gastado los últimos que le llegaron en una pensión "para no estar en la calle". "La única solución que nos han dado en Servicios Sociales municipales es que nos vayamos a un albergue y entreguemos a nuestros hijos", lamenta.

En la misma línea, otra de las personas que entraron en las viviendas de Amate, Verónica Chaparro, también en paro y con una niña de corta edad, se ha preguntado por "qué madre entrega a sus hijos por poco techo que tenga". "Hemos hablado con la asistenta social, pero dice que tenemos que ser unidad familiar y empadronados en el mismo sitio, pero ahora estamos cada uno está con familiares distintos para poder seguir viviendo. No me importa que me den aunque sea una plaza de garaje para vivir, que ya lo pongo bonito, porque sólo queremos un techo", insiste.

De este modo, Verónica ha subrayado que estas familias están "mareadas de acudir a un sitio y otro sin respuestas, además de desesperados". "Vamos a tener que irnos a la puerta del Ayuntamiento y quedarnos allí a vivir para que nos escuchen", concluye.