Sonidos de ciudad y aires de pueblo

Las Flores. Fue surgiendo, poco a poco, con la llegada a Valladolid de gente de los pueblos de alrededor que compraba allí un terreno para levantar su propia casa.
Las construcciones nuevas y antiguas de pocas plantas son muy características de este barrio.(Fernando Blanco).
Las construcciones nuevas y antiguas de pocas plantas son muy características de este barrio.(Fernando Blanco).
Las construcciones nuevas y antiguas de pocas plantas son muy características de este barrio.(Fernando Blanco).
Si le llevan a uno con los ojos vendados y le dejan en mitad del barrio de Las Flores, cualquiera pensaría que está en alguno de los pueblos de la provincia. Sólo al echar en falta una iglesia se empieza a sospechar de que no es así, sensación que aumenta al agudizar el oído y descubrir el ruido de autovía cercano: el de la ronda este.Aunque la urbanización de las calles y aceras no es precisamente rústica –conservan ese aspecto híbrido entre pueblo, barrio obrero y urbanización– la mixtura de construcciones hace que pasear por las calles sea toda una sorpresa.

Una calle cualquiera

Bajamos, porque en Las Flores hay bastantes desniveles y, también, muchas calles sin salida, y descubrimos dos viejas cocheras y el primer cartel de «se alquila» que hemos visto por aquí. Un abuelo que se cruza ante nosotros –cachava en mano– es la única presencia humana. A la derecha, un almacén y un quiosco que lo mismo te vende chuches que te hace fotocopias. Al frente, un chalé con grandes balaustradas sobresale por encima de sus vecinos, una casa blanca típica de cualquier pueblo andaluz y una nave en ruinas. Es sólo una calle, pero refleja las sensaciones que se sienten al pasear por este barrio en el que se mezclan naves industriales, casas viejas y adosados con lugares donde comer un menú del día –potaje de garbanzos y guiso de conejo– por 9 euros.

Nuevos vecinos

Hay multitud de terrenos sin construir que conviven con andamios y casas en proceso. Sólo en la última promoción de viviendas que se ha entregado se sumaron a la zona, de repente, 300 nuevos vecinos, una cuarta parte de sus habitantes.

Los recién llegados son jóvenes y están muy distantes de aquel barrio de hace 40 años en el que los vecinos se ayudaban unos a otros a construir sus viviendas con sus propias manos y los materiales que buenamente podían adquirir.

Próxima entrega:  Parque Alameda

... Y todas las anteriores, en www.20minutos.es

Futuro prometedor

«En cuatro años a este barrio no hay quien lo reconozca», dicen desde la asociación de vecinos. A su alrededor se proyectan los talleres de Renfe, el polígono de Casasola (incluido un hotel y una gasolinera) y otras 3.000 viviendas. Por ahora, tienen centro cívico, cuatro bares, un par de tiendas de ultramarinos y poco más. Eso sí, para la próxima legislatura pedirán un consultorio médico en la calle Flor, un centro polivalente y, sobre todo, la urbanización de la cuesta de las Flores. Mientras, esperan ese futuro tan prometedor.

Ficha.  Habitantes: 1.120 vecinos. Ubicación: Al otro lado de la ronda este, entre la carretera de Villabáñez y el camino de Hornillos. Nombre de calles. Temática de flores: jazmín, clavel, amapola w precio vivienda 2.003 euros/metro cuadrado. Se creó: Hace 40 años. Línea de autobús: Número 3.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento