El empresario, líder de la oposición en el Ayuntamiento de Córdoba y condenado en el caso Malaya, Rafael Gómez, ha anunciado este viernes que va a interponer un recurso ante el Tribunal Constitucional (TC) por la resolución del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que ha rebajado de 24,6 a 19 millones de euros el importe de la multa impuesta en 2005 por el Consistorio a Gómez por la construcción sin licencia de 40.000 metros cuadrados de naves en la antigua fábrica lechera Colecor, en la carretera de Palma del Río, en la capital cordobesa.

En declaraciones a los periodistas antes del Pleno Extraordinario, el jefe de Unión Cordobesa (UCOR) ha criticado a la que fuera alcaldesa de la capital por IU Rosa Aguilar por poner dicha sanción "tan injusta", cuando en su etapa de gobierno le pusieron la multa, que, a su juicio, "no se tenía que haber puesto nunca en la vida, pero la señora alcaldesa decidió ponerla a un amigo empresario".

En este sentido, ha relatado que está "como el primer día" que le pusieron la multa, de manera que confiesa que siente "vergüenza de que una mujer que era la que regía en ese momento en la ciudad pusiese una multa de 25 millones de euros a una persona normal y correcta", a lo que añade que "eso no se le hace ni a su peor enemigo", después de que "con la sangre fría puso esa multa, que no se la han puesto a nadie en la vida".

Así, proclama que poner la multa "no es humano, eso no se le pone ni a la peor persona, porque es tan injusta, y sobre todo esa barbaridad, cuando había una amistad total y que ponga esa multa, es vergonzoso", opina Rafael Gómez, quien comenta que "un día una persona que estaba en el gobierno con ella, me dijo que esa mujer es la más mala que existe sobre la tierra".

Y es que, según insiste, "jamás en la vida debería haber puesto una multa de 25 millones de euros a su amigo, a aquel que en un momento dado que el Ayuntamiento necesitaba cosas, Rafael Gómez ayudaba a realizarlas". Por ello, se cuestiona que hiciera eso con él, su empresa y sus trabajadores, algo que, a su juicio, "desgraciadamente no tiene nombre y por tanto, como le dijo mi mujer un día: ¿Rosa cómo me has hecho esto?, si llego a saber el alcance que tenía la multa te hubiese pegado una paliza", ha dicho Rafael Gómez.

Para el empresario, esto "es inexplicable", y se pregunta de nuevo "¿cómo se puede tomar esa decisión contra un empresario de córdoba?, cuando realmente tiene que estar alabando y ayudando al empresario, porque ha sido capaz de crear lo que ha creado entre todos los trabajadores, no solo en Córdoba, sino a nivel nacional, por eso no se puede poner esa multa".

En cualquier caso, aunque la sentencia del TSJA ha rebajado la sanción, "ahora queda seguir recurriendo para que de una vez por todas al final la multa se quede en nada, que es lo que esperamos y esa es la realidad", subraya Gómez, quien apostilla que dinero para pagar dicha multa "como no lo saquen del fondo del mar, realmente no hay".