El exconcejal lucense y expresidente de la Confederación Hidrográfica do Miño Sil, Francisco Fernández Liñares, reconoció en su primera declaración ante la jueza instructora de la Operación Pokémon que percibía pagos de 1.500 euros mensuales de la empresa asturiana Cechalva, concesionaria del servicio de la grúa en Lugo, y otros 1.000 euros del grupo Vendex, que gestiona el sistema ORA en esta ciudad.

En su declaración ante la jueza Pilar de Lara el 24 de septiembre de 2012, tras su detención unos días antes, Fernández Liñares niega que hubiese favorecido la adjudicación a Cechalva del sistema grúa en Lugo, en detrimento de la anterior adjudicataria, pero admite los pagos periódicos mensuales porque "les parecería que es más fácil de camuflar" que una entrega global.

Al respecto, asegura que él no pidió ese dinero a la empresa. "Me lo ofrecieron", responde a la jueza, quien replica: "Usted no dijo que no". Sin embargo, dice desconocer si otros cargos del Ayuntamiento de Lugo percibían también pagos y es interrogado directamente si podría ser el caso del alcalde, el socialista José Clemente López Orozco, exconcejal José Rábade y Manuel García Ferreiro, jefe de la sección de Tráfico de la Policía Local, pero en todos los casos dice desconocer tal circunstancia.

En el sumario de la Operación Pokémon, al que ha tenido acceso Europa Press, Fernández Liñares niega que quien le entregaba esos pagos, Javier Reguera —delegado de la empresa Doal, que lleva la ORA en la capital lucense—, mantuviese trato con Orozco. "¿Seguro?", le vuelve a preguntar la jueza, a lo que el exconcejal indica que cree que "muy pocas veces lo veía" y que le "extraña" que mantuviesen conversaciones telefónicas, a no ser "por un caso concreto".

VENDEX

Respecto a Vendex, que se hizo cargo de la gestión del sistema ORA a través de Doal, Fernández Liñares reconoce que percibía pagos mensuales de 1.000 euros que le entregaba nuevamente Javier Reguera. Preguntado acerca de que el responsable del grupo, Gervasio Rolando Rodríguez Acosta, declaró que los pagos superaban los 3.000 euros, el político socialista reitera que su asignación en este caso era de 1.000 euros y apunta que el resto del dinero se los podían quedar el delegado en Galicia de esa empresa, José María Tutor, y el propio Reguera.

"Nunca me llegaron a mí los 3.000. Tengo información suficiente para pensar que cada uno se quedaba con 1.000", aseveró Fernández Liñares, quien agrega que quizás lo "utilizaron dos empleados de la empresa para sacarle a su jefe 2.000 euros al mes".

Pese a reconocer los pagos mensuales también en el caso de Vendex, nuevamente Fernández Liñares intenta desvincular esa remuneración de la concesión del servicio de la ORA en Lugo, como también hizo sobre la adjudicación del servicio de la grúa.

De nuevo preguntado por la posible implicación de Orozco en el cobro de sobornos, Liñares niega que hablase con Javier Reguera del regidor lucense cuando acordaron una reunión en Madrid a la que acudieron ambos con Gervasio Rodríguez y Tutor.

A mayores de los pagos que reconoce que percibía tanto de Cechalva como de Vendex, Fernández Liñares también admitió hacer percibido 3.000 euros de un alcalde pedáneo relacionado con una obra. Fue "un error del que me arrepiento profundamente", asevera ante Pilar de Lara.