Condenan a 35 años a un hombre por asesinar a una joven, violarla e intentar matar a su amiga

La Audiencia de Málaga ha condenado a 35 años de prisión a un hombre por asesinar a una joven sueca en un hostal de la localidad malagueña de Fuengirola, tras agredirla sexualmente, además de por intentar acabar con la vida de su amiga y compañera de habitación. Además, se le impone que indemnice a la madre de la fallecida con 300.000 euros y a la otra víctima y al establecimiento hotelero con las cantidades que se determinen en la ejecución de la sentencia.

La Audiencia de Málaga ha condenado a 35 años de prisión a un hombre por asesinar a una joven sueca en un hostal de la localidad malagueña de Fuengirola, tras agredirla sexualmente, además de por intentar acabar con la vida de su amiga y compañera de habitación. Además, se le impone que indemnice a la madre de la fallecida con 300.000 euros y a la otra víctima y al establecimiento hotelero con las cantidades que se determinen en la ejecución de la sentencia.

Los hechos sucedieron en junio de 2011. Según se declara probado en la resolución, el acusado, de 30 años entonces y nacido en Marruecos, entró en la habitación del hostal en la que estaban dormidas las víctimas, cuya puerta no se encontraba bloqueada con llave. Aunque las chicas no coincidieron con el procesado, éste debió percatarse de su presencia en el establecimiento, pues antes intentó entrar en otras dos estancias, según se señala.

Una vez en el interior de la habitación, dice la Sala en su sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, se dio cuenta de que una de las jóvenes estaba dormida en el suelo, le rompió la ropa y la agredió sexualmente. Cuando la chica se dio cuenta de lo que le ocurría dijo "no, no", lo que provocó que la otra joven se despertara, momento en el que apreció cómo había una sombra encima de su amiga.

Al ver el procesado que las dos estaban despiertas, dio "un tajo" en el cuello a la chica con el cuchillo que portaba, produciéndose un forcejeo entonces con la otra víctima, que resultó herida, aunque pudo salir corriendo de la habitación y dirigirse hasta la recepción del hotel. Tras quedarse solo el acusado con la chica, "le asestó un corte —de degüello— en la parte derecha del cuello" y otras "múltiples cuchilladas".

Entonces, la dejó "agonizando", aunque falleció a consecuencia de dicha agresión de forma casi inmediata. El acusado salió de la habitación y manchado de sangre bajó por las escaleras hasta la recepción, donde dijo: "I'm sorry, I'm sorry —lo siento, lo siento—", tras lo que fue detenido. La otra chica sufrió varias lesiones y heridas, incluso por mordedura.

Para la Sección Tercera, se trata de un delito de asesinato, puesto que se considera que la pretensión "en todo momento iba dirigida a acabar con su vida con aprovechamiento de las circunstancias existentes", como que estaba dormida y había consumido alcohol. No considera que el acusado tuviera una anomalía o alteración psíquica, como planteó la defensa, ya que el Tribunal dice que no existe prueba o demostración científica de ello.

Asimismo, se le condena por un delito de agresión sexual, al tener en cuenta lo que dijeron los médicos forenses de que las lesiones que presentaba esta víctima en el muslo eran compatibles con intentar separar las piernas. Se le absuelve de un delito de allanamiento de morada, al considerar que no tenía intención de entrar sin más en la habitación, sino "lo que verdaderamente quería era atentar contra su libertad sexual".

Por último, se le condena por otro delito de homicidio en grado de tentativa por la intención de acabar con la vida de la otra joven. Así, se señala que las heridas que presentaba en el cuello, la cabeza y el tórax "manifiestan una intención homicida", por lo que la Sala no acoge las tesis de la defensa de que se trataría en todo caso de un delito de lesiones.

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