El Servicio Telefónico InfoAbu, subvencionado por la Conselleria de Bienestar Social, atendió un total de 127 llamadas en 2013 sobre posibles abusos sexuales a menores, en las que ofreció asesoramiento y orientación.

En un comunicado, la directora general de Servicios Sociales y Menor, Rosa Aragonés, ha explicado que este servicio ayuda a detectar abusos sexuales y asiste a cualquier persona que lo necesite, tanto a los propios menores como a los adultos que quieran protegerlos, sean familiares, amigos o profesionales relacionados con ellos, y ha precisado que al dar parte de los "no se está condenando a nadie, se está protegiendo al menor, haciendo posible que se pueda valorar el caso".

En la página web del servicio (www.infoabu.org) se detallan algunos indicios que hacen pensar que un menor, sin que lo haya contado él mismo, puede estar sufriendo abusos sexuales como, por ejemplo, si se observan cambios bruscos de comportamiento no atribuidos alguna causa concreta, problemas de conducta en el colegio, si presenta molestias o lesiones en la zona genital o si padece infecciones o enfermedades de transmisión sexual.

"Estos síntomas y conductas no son pruebas inequívocas de abuso, pero son señales de alerta que se deben atender", ha incidido Rosa Aragonés.

Perfil de las llamadas recibidas

La mayoría de las llamadas recogidas en 2013 (el 81%) se realizaron desde la Comunitat Valenciana, mientras que el resto fueron hechas desde otras comunidades autónomas, ya que el servicio se ha ido difundiendo y también es conocido en otros lugares a través de la web. Dentro de la Comunitat, el 69% de las llamadas procedían de la provincia de Valencia, el 25% de Alicante y el 6% de Castellón.

En relación con la edad de los menores, el rango de 3 a 7 años es el que más consultas generó (52% de los casos), seguido del tramo de 8 a 11 años (20%) y del de menores de tres años (10%). En cuanto al sexo de los menores por los que se consulta, la mayoría son niñas, el 67%.

De las llamadas recibidas en InfoAbu y de las cuales se informaba de un posible abuso sexual, en el 66% de los casos no había constancia de antecedentes de abusos y en un 8% de los casos se informó de que en los menores, o en su entorno, ya había habido algún episodio de abusos.

Madres angustiadas que piden confidencialidad

Durante el pasado año recurrieron al servicio tanto hombres como mujeres, aunque es superior el número de llamadas realizadas por estas últimas. El 55% de los usuarios eran familiares y un 35% profesionales.

El 68% de los particulares que llaman son madres que no saben a quien recurrir. Ansiedad y angustia son las principales emociones que les invaden, y 1uieren saber los pasos a seguir ante la sospecha de que su hijo o hija esté padeciendo agresiones sexuales. Las dudas y el miedo son mucho mayores cuando el presunto abusador es un miembro de la familia, y ruegan rapidez en las intervenciones, así como garantías sobre la confidencialidad de la llamada.

Identificación de sospechosos

En las llamadas en las que se identificaba al posible perpetrador, el padre ocupaba el primer lugar en las sospecha, con un 28% de los casos, mientras que el compañero de la madre ocupaba el segundo lugar (14%). Solamente en el 5% de los casos se trataba de desconocidos, la gran mayoría conocidos a través de Internet.

La directora general de Servicios Sociales y Menor ha animado a todos aquellos que conozcan el caso de algún menor que pueda estar sufriendo abusos sexuales o pueda estar abusando de otro menor a que lo notifiquen, "pues es la mejor ayuda que se les puede prestar". Se puede acceder por teléfono llamando al 902 222 245, de 10 a 14 horas y de 15 a 19 horas, o consultar la web del servicio.