Ha ido muy bien, estamos muy contentos, sobre todo por el ritmo de entradas, que está siendo inmejorable.

¿Ha ido mejor que en anteriores ediciones?

Bueno, más o menos como en otras. Nuestro objetivo es siempre completar el aforo de las salas, pero en cada edición son distintas y no se puede comparar al 100%.

¿Qué actividad está despertando más interés?

Sin duda, por la afluencia de visitantes, Levity II, una construcción en el antiguo cauce del Turia. Aunque tampoco nos sorprende, porque va en la línea de lo que ha pasado en otras ciudades europeas.

Y la acogida de los actos en la calle, ¿qué tal está siendo?

Fantástica. Las compañías tuvieron buen tiempo el fin de semana pasado, y las plazas del Doctor Collado y del Patriarca reventaron. Son propuestas que desconciertan, pero la gente ya nos conoce, y hay una buena señalización en las actuaciones.

¿Tienen pensada alguna sorpresa para el año que viene?

Todavía es un poco pronto, pero sí, algo ya tenemos mirado, aunque no desvelaremos nada todavía.

¿Han pensado en ampliar el radio de acción del festival?

Todos los años nos planteamos nuevos emplazamientos. Dependemos de los espacios, es un festival mutante, sin locales fijos.

¿Qué propone para este fin de semana?

Con entradas disponibles, queda el Levity. Quien no haya estado, debe ir. Es como una catedral de laberintos.

¿Va a haber una despedida especial?

Haremos un espectáculo en el teatro El Musical, un cierre lúdico y provocador.

Bio

Nació en Valencia hace 37 años. Dirige el festival desde junio del año pasado, en sustitución de Toni Cantó.