Una profesora holandesa que impartía clases de enseñanza primaria y que falleció de cáncer será enterrada en un ataúd que han hecho sus alumnos, según informa el diario venezolano El Tiempo.

La docente, Eri van den Biggelar, de 40 años, expresó como último deseo el ser enterrada en una caja mortuoria realizada por sus pupilos, para lo que habló con la profesora de trabajos manuales y marquetería.

Así, los alumnos de la escuela en la que daba clases, que practica la 'educación libertaria' en la que los niños deciden qué quieren aprender y a qué ritmo, han trabajado durante meses serrando y engarzando tablas para un ataúd en vez de para los tradicionales cestas o posavasos.

Los tres hijos de Den Biggelaar, de ocho y seis años de edad, que también acuden a este colegio,  han participado en el proyecto que tenía como finalidad, según palabras de la fallecida "transmitir que la vida y la muerte van de la mano".

El proyecto ha levantado la polémica en el vecindario y varios psicólogos advierten de que los niños no están capacitados para apreciar las consecuencias de la muerte de un amigo o un familiar.