Piden dos años de cárcel para dos vigilantes del metro por agresión a un marroquí

  • Los hechos sucedieron el 17 de marzo de 2005 en la estación de Rocafort.
  • Las cámaras de vigilancia confirman la declaración de la persona agredida.
  • La defensa de los vigilantes piden su absolución porque no hay suficientes pruebas.

El Ministerio Fiscal mantiene la petición de dos años de cárcel para dos vigilantes de seguridad del Metro de Barcelona por retener y agredir el 17 de marzo de 2005 a las 8.45 horas a un pasajero marroquí en un vestuario de la estación de Rocafort después de que la víctima, supuestamente, les insultase.

La Fiscalía considera "acreditado" que José Antonio G.I. y Javier B.C. son responsables de un delito de detención ilegal y reclama que se indemnice a la víctima Fikri L. con 250 euros por las lesiones sufridas.

Esa cantidad deberá ser pagada directamente por la empresa en la que trabajaban los acusados, Prosegur.

Agravante racista

Durante la segunda sesión del juicio celebrado hoy en la Audiencia, la acusación particular modificó su petición inicial de condena y redujo la pena solicitada a cinco años de prisión para cada uno de los vigilantes por detención ilegal con el agravante de motivación racista.

El abogado de la víctima rebajó el delito de lesiones por el que inicialmente pedía dos años más de cárcel a una falta, por la que reclamó 900 euros, y otra multa de 900 euros por vejaciones.

Agresión sin motivo

Los hechos se produjeron cuando Fikri L. esperaba el metro en la estación de Rocafort de la Línea 1 para ir a trabajar y los dos vigilantes de seguridad se le acercaron y lo agarraron de las solapas de la cazadora sin ningún motivo aparente.

Durante la sesión de hoy se visionaron las cintas de vídeo de las cámaras de seguridad cuyas imágenes coinciden con lo declarado por el ciudadano marroquí ante el tribunal.

Tal y como explicó el agente de policía que vio primeros las imágenes "no se aprecia enfrentamiento previo" a la acción de los vigilantes antes de coger a la víctima y obligarla a acompañarle.

Paliza en el vestuario

Según explicó la víctima, los vigilantes le llevaron al vestuario para el personal que está junto a la cabina del jefe de estación donde lo usaron "como saco de entrenamiento" y le dieron "golpes de kárate" por todo el cuerpo hasta hacerle perder el conocimiento.

Los acusados negaron rotundamente estos últimos hechos.

El agente que realizó la inspección ocular declaró que en el vestuario encontró en las taquillas y en el suelo varias manchas "de un líquido rojo seco" que resultó ser sangre. Además, según el agente, las puertas de la estancia "no estaban forzadas".

La defensa de los vigilantes volvió a pedir la absolución de ambos porque no existen suficientes pruebas contra ellos.

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