El lehendakari, Iñigo Urkullu, se ha mostrado este miércoles "preocupado" por lo que ha definido como "objetivos ocultos" del Gobierno con las balanzas fiscales y ha recordado que el concierto económico que rige en el País Vasco es "un derecho histórico".

"Viene de unos derechos históricos reconocidos y amparados por la Constitución que dice que las diputaciones forales tienen la capacidad de recaudar determinados impuestos y en contraprestación de las materias que ejerce el Estado en el País Vasco, la Comunidad Autónoma paga ese cupo por las materias que ejerce el Estado, y lo paga sea cual sea el momento", ha explicado Urkullu durante un desayuno informativo en Madrid.

El Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas ha decidido finalmente publicar las balanzas fiscales, que formarán parte de las nuevas cuentas públicas regionalizadas anunciadas por el ministro Cristóbal Montoro y encargadas a un grupo de expertos.

En su intervención, Urkullu ha destacado que Euskadi "no está perdiendo importancia" en el ámbito industrial y que "las empresas vascas están realizando un esfuerzo de exportación en un mercado global donde no es oro todo lo que reluce".

En este campo ha lanzado un mensaje al sindicato ELA al que ha acusado de demostrar "posturas maximalistas y arrastrar con ellas a otros sindicatos. Le ha afeado a este sindicato en concreto que siga en "un modelo sindical de lucha de clases y de crítica y sólo critica al patrón como enemigo". "ELA debe saber que es tiempo de un esfuerzo compartido", ha concluido.

El presidente vasco ha recordado también que el trazado del Tren de Alta Velocidad (TAV) es una prioridad para el Gobierno vasco así como para el PSE y el PP. En este sentido, ha criticado la "parálisis del Gobierno español en la construcción del nudo Elorrio-Vergara y el acceso a las capitales". "Se comprometieron a hacer inversiones y no las ha habido", ha lamentado.