Agentes de los Mossos d'Esquadra detuvieron en los túneles del metro de Barcelona a dos grafiteros y denunciaron a siete más. Los detenidos fueron atrapados in fraganti, en una operación que abortó la pintura de murales en el suburbano.

Agentes del Área de Seguridad del Transporte Metropolitanao (ASTMET), junto a agentes de la Unidad del Subsuelo y del personal de vigilancia del metro, interceptaron a una banda de grafiteros la noche del 30 de enero.

Tenían constancia de que un grupo "muy numeroso", formado por jóvenes del centro y del norte de Europa, esperaban pintar los muros y trenes. Finalmente, se detuvo a dos jóvenes de nacionalidad polaca y se denunció a siete más de nacionalidad española.

Los grafiteros accedieron a las instalaciones forzando los accesos con radiales. Los Mossos subrayaron que los trenes estaban a punto de comenzar a circular, con lo que "aumentaba el riesgo". Los jóvenes denunciados se enfrentan a diversas multas que pueden ascender a los 3.000 euros.

La presencia de grafiteros en la red del metro no es nueva, y supone un gasto en limpieza anual que ronda el millón de euros, según concretaba Transports Metropolitans de Barcelona (TMB).