El portavoz de Sortu, Pernando Barrena, ha señalado que "el proceso de resolución no puede estar condicionado por grupúsculos de ultraderecha ni por ningún tribunal" y ha enmarcado en una "estrategia de involución" la decisión del TSJPV de confirmar el auto de diciembre por el que se admitía a trámite la denuncia de 'Dignidad y Justicia' contra el presidente de Sortu, Hasier Arraiz.

En un comunicado, Barrena ha calificado de "grupo ultra-derechista" a Dignidad y Justicia, y ha advertido de que Sortu no se va a mover "ni un milímetro de su apuesta".

"Sortu considera que el proceso de resolución no puede estar condicionado por grupúsculos de ultraderecha ni por ningún tribunal. Esa minoría que no representa a nadie y, empeñada en actuar contra las soluciones, no puede abortar los anhelos de la mayoría de este pueblo", ha considerado.

A su juicio, se está abriendo un nuevo tiempo y "tenemos que hacerlo fuera de los tribunales, sin exclusiones ni negaciones". "Los enemigos de la paz desarrollan una estrategia de involución que pretende basar el futuro de nuestro pueblo en condenas a prisión, negación e imposición. Enmarcamos en esa estrategia la decisión del TSJPV", ha añadido.

Por último, ha remarcado que Sortu no se va a mover "ni un milímetro de su apuesta" y "por encima de todos los obstáculos y enemigos de la paz, continuará luchando hasta alcanzar una resolución democrática con la que todos y todas ganemos".