El artista Jesse Hazelip inaugura una exposición desde una réplica de una celda de aislamiento

  • La muestra del artista urbano, en una galería de Nueva York, es una crítica al sistema penitenciario de los EE UU, el país con más presos del mundo.
  • Para la exposición 'Love Lock', se rapó al cero y se tatuó la cabeza, las cejas y los brazos con motivos y mensajes del submundo carcelario.
  • Hazelip, nacido en 1977, empezó en las calles como grafitero y muralista de enormes seres híbridos, mitad animal y mitad máquina.
Las obras de Hzelip están pintadas sobre maderas recuperadas de una cárcel abandonada
Las obras de Hzelip están pintadas sobre maderas recuperadas de una cárcel abandonada
© Jesse Hazelip - Courtesy Jonathan Levine Gallery
Las obras de Hzelip están pintadas sobre maderas recuperadas de una cárcel abandonada

Uno de cada 31 estadounidenses vive encerrado en una prisión. La cifra es pavorosa: 2,5 millones de personas que serían 7,3 millones si añadimos a los encausados en espera de juicio o en libertad vigilada. Se trata del 25% de todos los presos del planeta, aunque en los EE UU sólo vive el 5% de la población mundial.

El artista urbano Jesse Hazelip (Cortez-Colorado, EE UU, 1977) ha estado en la cárcel varias veces. Aunque nunca fue condenado a una pena larga, lo encerraron por reincidencia en el pintado de grafitis y murales en las paredes urbanas. Uno de sus mejores amigos y cercanos colaboradores, el también artista James Allison está ahora encerrado por el mismo motivo en una cárcel del estado de Misisipi.

"Los presos pagan los pecados de la sociedad"

"Creo que de alguna forma, los presos pagan por los pecados de la sociedad. Estamos fallando en la educación de nuestra juventud y enviando a la cárcel a críos de 13 años", declara Hazelip, que expone una colección de obras basadas en la crítica frontal al sistema penitenciarios estadounidense en la muestra Love Lock: Cycle of Violence (Amor encerrado: ciclo de violencia sería la traducción más o menos textual pero Love Lock es también el mote de una cárcel especialmente dura del estado de Nevada).

Para la inauguración de la muestra, que esta abierta hasta el 8 de febrero en la galería Jonathan Levine de Nueva York, Hazelip se rapó la cabeza al cero y se hizo tatuar varios motivos y mensajes relacionados con el submundo carcelario [en este vídeo se puede ver el proceso]. En la coronilla le dibujaron un ouroboros —una serpiente mordiéndose la cola y formando un símbolo del infinito—; en ambas cejas, también peladas, las palabras Love Lock; y en los brazos el lema Nique la police (Joded a la Policía, en francés), que sólo es legible cuando el artista tiene las manos a la espalda, en posición de esposado.

Un cubículo de 2,7 por 1,8

Durante la inauguración de la exposición y algunos lapsos de los días sucesivos, el artista permaneció encerrado en una réplica exacta, aunque fabricada en plexiglás, de las celdas de aislamiento reglamentarias de las prisiones de los EE UU, que son cubículos de 2,7 por 1,8 metros. Vestido con un mono blanco y con los tatuajes aún frescos sobre la piel —símbolos de la marca de Caín que sufren como estigma todos los presos—, el artista permitía que los asistentes a la muestra, sólo uno por vez, charlasen con él durante visitas regladas en duración.

Las obras de Love Lock: Cycle of Violence  incluyen cráneos de toro tallados con técnica scrimshaw, pinturas de técnica mixta sobre maderas viejas recuperadas de una prisión abandonada y los estudios previos elaborados con tinta sobre papel. Hazelip utiliza animales amenazantes como imaginería simbólica "de las injusticias del sistema legal y la corrupción en el complejo industrial de prisiones", en los EE UU, donde muchas cárceles están gestionadas por empresas privadas.

Toro, lobo, buitre

Un gran perfil de toro con marcas carnicero hace hincapié en las prácticas del trabajo sistematizado que están obligados a ejercer los reclusos y un lobo de cuyas fauces emergen cadenas se refiere a la "mentalidad de manada" creado en las subculturas de encarcelamiento, donde los prisioneros individuales se unen a "grupos jerárquicos o bandas de protección" como "modo desupervivencia". Un buitre con los ojos tapados por una caperuza de cetrería es "el sistema penitenciario en su conjunto, un depredador que se alimenta de los desfavorecidos".

Hazelip empezó a hacer grafitis a los 13 años en Santa Bárbara (California). Tras obtener un título en Bellas Artes, inició la confección de grandes murales callejeros de enormes seres híbridos que parecen ser una mezcla de animal y maquinaria.

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