Cataluña: castillos para comer

Cataluña también es tierra de castillos. Y en algunos, además de disfrutar del arte y poder imaginar historias de doncellas, dragones y príncipes, es posible disfrutar de la gastronomía. Estos son cuatro ejemplos.

Castillo Perelada (Perelada, Girona)

Un incendio que asoló el viejo castillo en 1285 y el alejamiento de la frontera cambiaron su futuro. Los señores del castillo, los Rocaberti, apostaron por una nueva fortaleza de aires renacentistas. En 1923, el empresario Miguel Mateu compró el Castillo de Perelada con la intención de convertirlo en la sede de sus colecciones privadas de arte. Hoy ofrece casino, campo de golf, hotel, bodegas y un prestigioso festival de música.

Can Cortada (Barcelona)

Antiguo castillo del siglo XI, fue reformado en 1994 para convertirlo en restaurante. En el interior alberga una antigua torre con más de mil años de antigüedad. Su cocina es tradicional catalana: esqueixada de bacalao y tomate fresco, mar y montaña de pollo con cigalas o la ensalada de habitas con jamón a la vinagreta de menta.

Castillo de Cardona (Cardona, Barcelona)

Se encuentra en un recinto que data del siglo IX y que hoy es Parador Nacional. El hotel tiene una excepcional panorámica de la ciudad ya que se ubica sobre una imponente colina. En la mesa: tarrina de berenjenas con manitas de cerdo, embutidos y especialmente su brasa, donde se prepara la paletilla de cordero braseada.

Comte de Valltordera (Tordera, Barcelona)

Lo suyo es el espectáculo. O más concretamente “cena con espectáculo medieval, baile y festival de danza española y flamenco… Todo dentro de un castillo”. El menú es sencillo: sopa de verduras, un pollo entero con patata al horno y helado.

Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!