Uno de los secuestradores del maderero gallego asegura que fue una represalia por una deuda

  • El raptado mantenía una deuda con los padres de dos secuestradores a raíz de la tala y compra de unos árboles de su propiedad.
  • Uno de los secuestradores alude a los 12.000 euros más intereses que la empresa del secuestrado fue condenada a pagar judicialmente en 2012.
  • Los detenidos seguirán en prisión comunicada y sin fianza.
  • La jueza pide para ellos penas de entre cinco y diez años.
En la imagen, casa en Xar, una aldea próxima a Lalín (Pontevedra), en cuyo cobertizo estaba encapuchado y maniatado el secuestrado.
En la imagen, casa en Xar, una aldea próxima a Lalín (Pontevedra), en cuyo cobertizo estaba encapuchado y maniatado el secuestrado.
EFE/SXENICK
En la imagen, casa en Xar, una aldea próxima a Lalín (Pontevedra), en cuyo cobertizo estaba encapuchado y maniatado el secuestrado.

El presunto cabecilla del rapto de Abel Diéguez Neira, el empresario del sector de la madera de Cambre (La Coruña) que fue liberado en Lalín (Pontevedra) el pasado viernes, defiende que no se trató "de un secuestro", sino de "una represalia" por una deuda contraída con su padre -y el de José Manuel Mejuto, otro de los secuestradores- a raíz de la tala y compra de unos árboles de su propiedad.

"No hay ningún secuestro, es una represalia por una madera que le robaron a mi papá", ha manifestado ante los medios a las puertas del juzgado, Jesús Mejuto, a quien los investigadores señalan como el cerebro del rapto de Diéguez en una pista forestal de Aranga el pasado sábado 18 que finalizó cinco días después con su liberación en un cobertizo de Lalín.

Junto con su hermano y los otros seis detenidos en la operación, Jesús Mejuto ha sido desplazado este miércoles desde la cárcel de Teixeiro, donde todos ellos ingresaron el domingo sin opción de fianza, hasta el Juzgado de Instrucción Número 1 de Betanzos, donde han comparecido de nuevo para la ratificación de la orden inicial de prisión provisional. Tras su interrogatorio, el presunto cabecilla se ha defendido ante la prensa con el argumento de que "no fue un secuestro" sino "una represalia" por una deuda contraída con su padre, natural de la localidad coruñesa de Boimorto.

Con estas palabras, Mejuto estaría aludiendo a los 12.000 euros más intereses, unos 16.000 euros, que la empresa Dieda Forestal e Inversiones S.A. fue condenada a pagar por sentencia judicial en 2012 a su padre para abonar una deuda adquirida tras la compra y tala de unos eucaliptos de su propiedad. Como administradores de Dieda constan Abel Diéguez, otros dos hermanos suyos y un cuarto socio.

El Tribunal Superior de Justicia de Galicia ha decidido este miércoles que los ocho detenidos continuarán en prisión comunicada y sin fianza imputados por un delito de secuestro y algunos de ellos por tenencia ilícita de armas. La jueza que instruye el caso ha ratificado los cargos, señalando que se enfrentan a penas de prisión de entre cinco y diez años.

Un plazo sin abonar

En la sentencia del Juzgado de Primera Instancia Número 12 de A Coruña se ratifica que el 8 de febrero de 2011 se suscribió un contrato entre Dieda Forestal y el padre de los hermanos Mejuto para la compra y tala de madera de unos árboles por un precio total de 34.000 euros que se acordó abonar en tres plazos. El documento ratifica que la empresa habría abonado los dos pagos (de 8.000 y 14.000 euros) quedando pendiente un tercero por 12.000 euros, que el padre de los hermanos Mejuto reclamó por vía judicial y que, según publican este miércoles La Opinión y Faro de Vigo, falleció sin cobrar la deuda pese a la decisión judicial.

Fuentes municipales consultadas por Europa Press han concretado que "hubo problemas" con dicha empresa familiar y que Abel Diéguez habría roto relaciones con uno de sus hermanos creando otra empresa vinculada con el sector de la madera en Cambre: Playa Forestal SL. En los datos mercantiles de dicha empresa figura el 21 de mayo de 2012 como fecha de constitución de la sociedad limitada y Abel Diéguez como administrador único, cargo del que habría cesado el 4 de noviembre de 2013, fecha en la que es su mujer la que asume el cargo de administradora única de la firma.

El empresario fue liberado sobre las 2,00 horas del viernes, jornada en la que se detuvo a siete personas: los dos hermanos Mejuto, el hijo de uno de ellos, el matrimonio de sexagenarios residente en la casa en cuyo cobertizo mantuvieron al rehén --Miguel Martínez y Ester Silva--, así como su hija y también novia de José Manuel Mejuto, y otro hombre, supuestamente amigo de los cabecillas. Un octavo hombre fue detenido posteriormente y para todos ellos se determinó prisión provisional sin fianza. Mientras los investigadores trabajan para determinar el grado de implicación de cada

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