La Tristura: el teatro en la vida y la vida en el teatro

Celso Giménez, Violeta Gil e Itsaso Arana se cruzaron en Madrid.
Celso Giménez, Violeta Gil e Itsaso Arana se cruzaron en Madrid.
JORGE PARIS
Celso Giménez, Violeta Gil e Itsaso Arana se cruzaron en Madrid.

El teatro en la vida y la vida en el teatro. Así entiende su profesión –¿o deberíamos decir modus vivendi?– la compañía teatral La Tristura. Cuando empezaron, hace una década, ya iban "en serio", pero no imaginaban hasta dónde llegarían. "Lo vivíamos día a día", dicen. Confiesan que su forma de trabajar "no es muy lúdica" y raya la obsesión: "Somos La Tristura las 24 horas. Todo lo que hemos hecho en diez años ha ido a parar ahí: cada persona que conocíamos, cada libro que leíamos, cada película... hay quien funciona mejor compartimentando, pero nosotros no".

Los caminos de Celso Giménez (30), Violeta Gil (30) e Itsaso Arana (28) se cruzaron en la RESAD de Madrid. Venían de Valencia, un pueblo de Segovia y una localidad navarra e "ir a la capital en busca de otra manera de ver el mundo fue una decisión muy importante". Estudiaban Dramaturgia (Celso), Interpretación Gestual (Violeta) y Textual (Itsaso), los tres elementos con los que pusieron en marcha la compañía, que estrenó su primera pieza en 2006. Tenían entre 20 y 22 años.

Décimo aniversario

Se definen con la idea de que "la vida íntima, lo sentimental... y la vida pública, la política, están muy unidas". Y así han ido construyendo su carrera a lo largo de este tiempo aunque, claro está, dándole "forma poética" –porque "ni se habla igual en la realidad que en el teatro ni todo vale"-. Se trata de volcar su vida en la escena y, por eso, asistir a sus obras es como conocerlos íntimamente. A ello nos invitan con motivo de su décimo aniversario, en el Teatro Pradillo de Madrid, hasta el próximo 9 de febrero.

Aunque no son nuevos en esto, les cuesta subir al siguiente nivel. "En el circuito contemporáneo ya hemos estado en las salas y los festivales importantes. Pero en el oficial y por lo poco mediático del teatro –menos aún si es de vanguardia– hay otros códigos. Mucha gente nos considera una compañía de referencia y, para otros, somos unos jovencitos de las alternativas". Su aniversario será la ocasión de hacer balance y decidir hacia dónde van: "Veremos qué nos pasa por el cuerpo al cerrar etapa".

El ciclo que han preparado para celebrar su cumpleaños, La Tristura 2004-2014, resume su trayectoria en tres obras: el primer éxito (Años noventa); Materia prima, que sigue activa en gira internacional; y su último estreno, El sur de Europa. Una oportunidad irrepetible para descubrirlos o volver a disfrutar con ellos. "Nuestras obras están inscritas a un momento en el que éramos otros y veíamos el mundo de otra forma. Por eso es tan especial y extraño a la vez".

En este viaje de ida y vuelta al pasado los acompañan invitados que han tenido relación con La Tristura de una u otra forma: el cantautor Rafael Berrio, gente del cine (Jonás Trueba, Gabriel Azorín), de la danza (el Premio Nacional Marcos Morau), el debut en España de la italiana Chiara Bersani... harán solos en programa doble, también en Pradillo.

En ese cóctel de elementos que conforman el lenguaje de La Tristura no podía faltar el audiovisual, representado en el documental Los primeros días, donde los cuatro niños que protagonizan Materia prima hablan de cómo les cambió la vida formar parte de esta obra. Proyectarlo en la Cineteca es uno de sus sueños cumplidos para 2014, aunque también les gustaría "participar en el festival Kunsten de Bruselas» y, ya puestos, en Avignon «o en un teatro de París". ¿Su receta para que el teatro siga conectando con el público?: "Despertar cosas que tenías olvidadas o que te haga pensar la realidad de una manera que nunca antes te habías planteado".

Nada impersonal

  •  Destino. "El mundo intenta que no tengas libertad, te pone etiquetas, espera cosas de ti... Hemos luchado por escapar de nuestro destino, de lo que se suponía que estaba escrito para nosotros, y dejar que el mundo entrase hasta donde quisiéramos en el escenario".
  •  Vanguardia. "Es la forma más abierta que hemos encontrado de expresarnos. Un amigo con el que juego al fútbol me preguntó por qué hago esto, y le dije que es el espacio de más libertad que he encontrado", contesta Celso.
  •  Musical. En El Sur de Europa no paramos de cantar... así que sí, pero mejor música, sin la ‘l’.
  •  El extranjero. "Desde Polonia hasta Brasil, nos viene muy bien ir fuera porque tienen una idea muy desprejuiciada de nosotros. Nos ha dado la energía para volver y preparar este ciclo".
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