Vox, una grieta en el ala derecha del PP que "no acosa pero sí compite y le restará votos"

  • El nacimiento de este partido revela que Rajoy ya no es capaz de retener a los miembros del sector más conservador.
  • Expertos creen que las elecciones europeas son un buen experimento para Vox, donde la baja participación es clave para que obtengan resultados.
  • Otros creen que su discurso inicial ya está copado por UPyD y Ciudadanos y que solo es un partido de descontentos sin mucho recorrido.
José Antonio Ortega Lara (d) y el presidente de la Fundación Denaes, Santiago Abascal durante la presentación en Madrid del nuevo partido de ámbito nacional Vox.
José Antonio Ortega Lara (d) y el presidente de la Fundación Denaes, Santiago Abascal durante la presentación en Madrid del nuevo partido de ámbito nacional Vox.
Ballesteros / EFE
José Antonio Ortega Lara (d) y el presidente de la Fundación Denaes, Santiago Abascal durante la presentación en Madrid del nuevo partido de ámbito nacional Vox.

Las primeras grietas aparecen en lo que hasta ahora eran los sólidos cimientos del PP, un partido en el que cabía todo el espectro político que va desde el centro a los sectores más conservadores de la sociedad. Pero la crisis económica y, sobre todo, la deriva del PP en algunas políticas (véase política antiterrorista o Estado de la autonomías), han provocado las primeras fisuras en la férrea estructura del partido. Esas grietas comenzaron a notarse con la fuga de algunos votantes a UPyD, que no impidió la mayoría absoluta de Mariano Rajoy. La primera deserción, e importante, se produjo con Francisco Álvarez Cascos y su Foro Asturias.

Sus 92.500 votos en las generales de 2011 provocaron que el PP perdiera un diputado en el Congreso en la circunscripción asturiana. Ahora, la ruptura en el PP parece que ha adquirido mayor grosor con el nacimiento de Vox, una nueva formación de centro-derecha abanderado por el exdiputado del PP vasco Santiago Abascal y el exfuncionario de prisiones y víctima de ETA José Antonio Ortega Lara. Este es un referente para ese sector del partido muy vinculado a las asociaciones de víctimas.

A Vox se ha unido Alejo Vidal-Quadras, un histórico del PP que se ha dado de baja tras 30 años de militancia. Asegura que no ha sido él quién se ha movido de sus postulados ideológicos. El destino ha querido que su renuncia coincidiese con la de Jaime Mayor Oreja, emblema del ala más conservadora y muy unido a Santiago Abascal, que de momento no abandonará el partido, solo las listas electorales al Parlamento Europeo, donde lleva diez años. Todo un síntoma de una enfermedad que empieza a afectar al PP: Rajoy ya no es capaz de retener a miembros del ala más conservadora dentro de la amalgama de sensibilidades ideológicas que caben en el partido. Por ejemplo, Aznar, presidente del honor del PP, no acudirá este fin de semana a la Convención Nacional que se celebra en Valladolid porque tiene un viaje en el extranjero. Un síntoma más.

¿Se está rompiendo el PP por la derecha?, ¿Será Vox capaz de provocar un daño electoral al PP? Expertos consultados por 20minutos coinciden en que las respuestas no son fáciles porque la crisis económica y social que vive España transforman nuestro país en un escenario inédito. El electorado está desmotivado, desencantado y confuso, y la abstención puede ganar adeptos por la mala imagen de la clase política. "Vox no es una buena noticia para el PP. No creo que le acose pero sí compite con él en ciertos temas", señala Gonzalo Caro, politólogo e investigador social del Colegio Nacional de Doctores y Licenciados en Ciencias Políticas. "Estamos viviendo el fin del bipartidismo. Seguro que Vox quita electores al PP. La incógnita es saber cuántos, todo dependerá del apoyo mediático que tenga", explica Pablo Simón, politólogo e investigador en la Universidad Libre de Bruselas.

Las europeas, un buen experimento

Lo que está claro es que Vox ha elegido bien el momento para presentarse. Las elecciones europeas de mayo son un buen experimento para posteriores comicios, como las municipales y las generales. "Es en las europeas donde Vox puede tener más capacidad para sacar algún resultado electoral y beneficiarse del voto de castigo al PP", afirma Caro. "No hay restricción territorial, es un distrito único. Y en función de la participación, con 200.000-250.000 votos puede sacar un eurodiputado", señala Simón. Ignacio Urquizu, profesor de Sociología en la Universidad Complutense de Madrid, cree que Vox solo tendrá éxito en las europeas si la participación es baja: "Ahora no somos un país europeísta con la crisis política que vivimos. La participación podría estar por debajo del 40%, y se necesitaría entonces unos 300.000 votos para entrar en el Parlamento europeo. Creo que Vox no es un peligro para el PP en las europeas", concluye.

¿Y UPyD y Ciudadanos? Vidal-Quadras es partidario de estudiar alianzas entre Vox y estas dos formaciones políticas, aunque Rosa Díez, líder de UPyD, ya ha dejado claro que no, que ellos son un partido "autónomo y nacional". ¿Tiene hueco Vox frente al espacio que ya han ocupado estos dos formaciones? Vox ya ha mostrado sus cartas iniciales: hay que cambiar la política antiterrorista y la política autonómica. "UPyD y Ciudadanos ya han apostado por estos dos temas. El discurso inicial de Vox ya está copado. No sé si ofrecen a los electores algo diferente", afirma Caro. Simón insiste en la prueba de fuego que va a suponer para Vox las elecciones europeas. "Si no consiguen representación en las europeas su recorrido es corto, ya que perderán credibilidad".

En España hay un partido por cada 12.000 ciudadanos. Existen cerca de 4.100 formaciones políticas, según el registro de partidos del ministerio del Interior. De todos ellos, 921 se han creado desde el inicio de la crisis, en 2008, y excepto algún éxito puntual en Ayuntamientos, se pueden contar con los dedos de la mano los partidos que han llegado a tener representación en Parlamentos autonómicos o en el nacional, con las claras excepciones de UPyD, Foro de Asturias, o Ciudadanos y CUP en Cataluña.

Sus electores, ¿a la derecha de la derecha?

El tiempo dirá si Vox es un peligro para el PP. Pero, ¿qué tipo de electorado puede votar a este nuevo partido? "Vox va a ir a por los descontentos del PP. Por su discurso tiene un perfil muy conservador", señala Urquizu, que explica que el electorado más radical, la extrema derecha, ha tenido un repunte desde el año 2011, aunque su repercusión nunca ha sido alta en las generales ni en las europeas. En 2011, Plataforma per Catalunya, un partido xenófobo y españolista, es que el mejor resultado obtuvo de todo el abanico ultra, con 60.000 votos. Y es que en España ningún gran partido de extrema derecha ha aglutinado a todos los sectores ultras de la sociedad, como sí pasa en otros países europeos como Francia y Holanda.

"Vox no es el discurso centrado del PP. Pero si habla de corrupción política y economía se puede llevar a los votantes más centrados del PP y si habla de ETA o de los nacionalismos a los votantes más conservadores. UPyD quita votos al PP en Madrid y Valencia, y perjudica también al PSOE. Vox solo perjudicará al PP", asegura Caro. Para Simón los votantes de extrema derecha no tienen mucha popularidad en España. "La gente dice en las encuestas que es de centro derecha, pero Vox ha nacido con dos pilares ideológicos, la lucha contra ETA y los nacionalismos, que pueden restar votos al PP. Simón tiene claro que Vox es un partido de descontentos, "lo que se llama un partido nicho", parecido a lo que pasó en Cataluña con Joan Laporta y su Solidaritat Catalana per la Independència.

"Laporta tuvo éxito", explica Simón, con cuatro diputados en el Parlamento concejal y 48 ediles en varios municipios, "porque Esquerra se había separado de su discurso independentista. Cuando regresó a él, el partido de Laporta se diluyó. Si el PP vuelve a ganarse a sus electores en la política antiterrorista y autonómica puede pasar lo mismo con Vox".

Fuga de militantes

De momento son varios los frentes abiertos que tiene el PP que pueden a medio plazo agrietar aún más el partido. La forma de gestionar algunas políticas por parte de la dirección del partido han provocado las primeras contradicciones y disensiones internas. Los discursos de unos y de otros no cuadran. En Cataluña, el liderazgo de Alicia Sánchez-Camacho puede quedar en entredicho ante el empuje de Ciudadanos. Está por ver el daño que puede provocar Vox sobre todo en el País Vasco. En Andalucía el partido carece de un líder claro. En la Comunidad Valenciana el PP tiene que luchar contra la mala imagen de las decenas de imputados. Sin olvidar que en Madrid se cuestiona el liderazgo de Ignacio González, que ha sufrido un nuevo traspiés con la paralización de la privatización de los hospitales; y en Extremadura un Parlamento controlado por el PP ha solicitado al Gobierno que detenga la tramitación de la reforma de la ley del aborto.

A pesar de todas estas fisuras internas, la fuga de militantes parece descartada. "El PP gobierna en casi todos los sitios de España y todo depende en muchos casos del liderazgo local. Puede haber deserciones puntuales en País Vasco, Valencia o Madrid, pero no creo que haya más deserciones de figuras representativas como la de Alejo Vidal-Quadras", explica Pablo Simón. Ignacio Urquizo concluye que no cree que Vox constituya una alternativa al PP. "Puede restar algún diputado en alguna circunscripción muy concreta en las generales, pero poco más".

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