La presencia del mosquito tigre ha crecido significativamente en el último año en Catalunya hasta el punto que ya se pueden encontrar colonias de este insecto en 26 municipios catalanes, según un estudio del departamento de Medio Ambiente y Vivienda de la Generalitat.

El gobierno catalán recomienda a los ciudadanos para evitar que el mosquito se reproduzca que vacíen o retiren de la intemperie cualquier recipiente que pueda acumular agua como juguetes, cubos o tiestos, que se mantengan tapadas las piscinas que no se utilicen y que se cubran los pequeños agujeros que acumulen líquido.

En Catalunya desde 2004

Desde que en 2004 se detectó en Sant Cugat del Vallès (Barcelona) la primera colonia de mosquito tigre asiático en España, la población de este insecto de molesta picadura se ha ido extendiendo hasta las comarcas del Vallés Occidental, el Baix Llobregat, el Barcelonés, el Garraf y el Maresme, todas ellas en la demarcación de Barcelona, y el Tarragonés.

En 2005 había mosquitos tigres en Sant Cugat, Sant Quirze del Vallès, Terrassa, Molins de Rei, Barcelona, Ripollet y Rubí.

El año pasado el insecto se localizó en 18 municipios más, la mayoría de la provincia de Barcelona: Barberà del Vallés, Badia del Vallés, Montcada i Reixac, Castellbisbal, Polinyá, El Papiol, Santa Perpetua de Mogoda, Sant Feliu de Llobregat, Castelldefels o Esplugues de LLobregat.

También se han encontrado colonias en Sant Just Desvern, Vallirana, Pallejà, Gavà, L'Hospitalet de Llobregat, Vilanova i la Geltrú, Caldes d'Estrac y Altafulla.

Dolorosas y duraderas

El mosquito tigre se caracteriza por el colorido de su tórax -oscuro con franjas blancas- y sus largas patas. Esta agresiva especie de insecto provoca picaduras más dolorosas y duraderas que la de un mosquito normal.

Las últimas investigaciones han constatado que lo más efectivo para frenar la rápida proliferación del insecto es evitar que ponga huevos y el crecimiento de larvas acuáticas, lo que se consigue eliminando puntos de agua donde puedan crecer.