Enresa cuenta con un plan de contingencia tanto por si la central vuelve a abrir como si no retoma la actividad

El presidente de la Empresa Nacional de Residuos (ENRESA), Francisco Gil Ortega, ha manifestado que ante el actual estado de "indefinición" de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) cuenta con un plan de contingencia, tanto por si la central vuelve a operar, como "parece" que es voluntad del Gobierno, como si la planta no retoma la generación de electricidad.
Piscina de combustible de la central nuclear de Santa María de Garoña
Piscina de combustible de la central nuclear de Santa María de Garoña
PEDRO CANTERO SANCHO, NUCLENOR
Piscina de combustible de la central nuclear de Santa María de Garoña

El presidente de la Empresa Nacional de Residuos (ENRESA), Francisco Gil Ortega, ha manifestado que ante el actual estado de "indefinición" de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) cuenta con un plan de contingencia, tanto por si la central vuelve a operar, como "parece" que es voluntad del Gobierno, como si la planta no retoma la generación de electricidad.

Por otro lado, ha anunciado que el almacén de residuos radiactivos de baja y media capacidad de El Cabril (Córdoba) duplicará su capacidad actual.

Durante un desayuno informativo del Foro Nueva Economía, Gil Ortega ha dicho que ENRESA ya ha iniciado los trámites con el ayuntamiento de Hornachuelos (Córdoba) para solicitar los permisos para construir otras 28 celdas, es decir otras tantas como las actuales, que están ocupadas al 70 por ciento de su capacidad.

Respecto al futuro almacén temporal centralizado (ATC) de residuos radiactivos de alta actividad, Gil Ortega ha defendido la idoneidad de los terrenos elegidos en el municipio conquense de Villar de Cañas y de los beneficios sociales y económicos que supondrá para el entorno. De hecho, ha apuntado que Villar de Cañas ha crecido en 2013 un 15 por ciento, que aventura la nueva etapa que está por llegar, una vez que el ATC comience su construcción.

Así, ha dicho que el emplazamiento, que tiene una superficie de 54 hectáreas se ha empezado a vallar este mismo lunes, con el objetivo de cumplir plazos y que los primeros residuos nucleares puedan empezar a almacenarse para los próximos 60 años a principios de 2018.

Por otro lado, sobre los residuos de la central nuclear de Vandellós I (Tarragona), alojados en la actualidad en Francia, ha explicado que tendrán que volver a España a mediados de 2017, para lo que junto al futuro ATC se ha buscado una solución de cara a ese medio año de antelación al inicio de su funcionamiento.

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