El doctor en filosofía y editor, Oriol Ponsatí-Murlà, presenta la novela Totes les estacions de França (Todas las estaciones de Francia), una ingeniosa obra que explica el periplo de una maleta llena de lingotes de oro, con una compleja estructura narrativa que recuerda al estilo de Cortázar o Queneau.

Totes les estacions de França, editada por Empúries, gira en torno a las posibles procedencias de una maleta llena de lingotes de oro que aparece en un tren regional en el sur de París.

Quién se ha dejado la maleta, por qué y en qué circunstancias son algunos de los interrogantes que generan una combinatoria infinita de posibilidades narrativas que son exploradas por el autor.

En cada capítulo el lector conoce a uno de los posibles personajes que depositó la maleta en el tren, pero su historia se desmiente al siguiente capítulo, con un juego de adelanto y retroceso del tiempo y la trama.

"El juego con la trama y las voces narrativas pretende descolocar al lector", ha señalado Ponsatí-Murlà quien ha subrayado que, a pesar de la complejidad formal, la lectura es cómoda y se puede hacer de una sola vez ya que no se trata de un libro "experimental" sino "lúdico".

La obra tiene una estructura en espiral, en la que la trama gira en movimiento constante y equidistante respecto al eje central, que es, según Ponsatí-Murlà, la maleta, "protagonista invariable de la novela".

El clásico narrador omnisciente se pone en entredicho en esta obra que presenta a unas voces narrativas juguetonas que, en una ocasión se llegan a confundir con el autor real de la novela.

Es precisamente este juego literario, que entre cruza tiempos, enfoques y personajes, el que ha hecho que el escritor y articulista Josep M. Fonalleras lo haya comparado con Cortázar o Raymon Queneau.

Totes les estacions de França es la primera novela del autor y ha sido galardonada con el premio Just M. Casero 2013.

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