Los tres diputados críticos del PSC se sentarán a partir de ahora detrás de Ciutadans en el Parlament después de ser sancionados por votar en sentido diferente al fijado por la dirección la semana pasada. Joan Ignasi Elena, Núria Ventura y Marina Geli han sido apartados ya de todos sus cargos en el partido y de las comisiones parlamentarias, con lo cual no podrán intervenir en los plenos ni interpelar al president.

La crisis del PSC está pasando factura a las bases, donde los críticos aseguran que las bajas son demasiado habituales, pero también a su cúpula. La Ejecutiva nacional que el primer secretario, Pere Navarro, diseñó y que el congreso del PSC de diciembre de 2011 aprobó por una amplia mayoría no es ahora, ni de lejos, la que era entonces. Más de una cuarta parte de sus miembros han abandonado este órgano de dirección de los socialistas desde que fueron nombrados.

Entre las dimisiones derivadas del debate sobre la consulta y la posición del partido, los castigos y sanciones preventivos por indisciplinas, y las suspensiones por casos judiciales abiertos, hasta 12 de los 44 miembros han causado baja de la Ejecutiva de Navarro.

Las discrepancias entre críticos y oficialistas de Pere Navarro por el debate nacional catalán han acabado forzando la dimisión del alcalde de Flix, Marc Mur, del presidente del grupo municipal en Barcelona, Jordi Martí, de la diputada Rocío Martínez-Sampere, y de la exdiputada Laia Bonet.

A estas deserciones se suman los expedientados y suspendidos cautelarmente como miembros de la Ejecutiva Joan Ignasi Elena, Núria Ventura y Marina Geli, los tres diputados en el Parlamento, y del militante del sector más soberanista Fabian Mohedano.

Completan la rebaja de miembros los tres implicados en casos de presunta corrupción e imputados judiciales Daniel Fernández, Manuel Bustos y Lluís Miquel Pérez.