Un secretario general reconoce el incumplimiento de la Fundación en la rendición de cuentas al Protectorado

El que fuera secretario general técnico de la Consejería de Cultura, Comunicación Social y Turismo desde noviembre de 2008 a julio de 2011, Pedro Isidro Rodríguez, ha manifestado este martes que hubo incumplimientos por parte de la Fundación Niemeyer en los plazos de envío de las cuentas y planes de actuación al Protectorado. Ha indicado que así se conocía en el registro de fundaciones y por tanto se actuó en consecuencia con los pertinentes requerimientos.

El que fuera secretario general técnico de la Consejería de Cultura, Comunicación Social y Turismo desde noviembre de 2008 a julio de 2011, Pedro Isidro Rodríguez, ha manifestado este martes que hubo incumplimientos por parte de la Fundación Niemeyer en los plazos de envío de las cuentas y planes de actuación al Protectorado. Ha indicado que así se conocía en el registro de fundaciones y por tanto se actuó en consecuencia con los pertinentes requerimientos.

"Había retrasos en la aprobación y presentación de las cuentas, aunque eso no quiere decir que las mismas estén mal o bien", ha dicho Rodríguez durante su comparecencia este martes en la comisión especial no permanente de investigación de la Junta General del Principado sobre el funcionamiento, la gestión y el desarrollo del Centro Niemeyer.

Sobre los motivos de la tardía presentación de las cuentas de la Fundación, el compareciente ha indicado que él no formaba parte del patronato y por tanto no los conoce. No obstante ha indicado que no hubo diferenciación de esa Fundación con otras en lo que a la labor del Protectorado se refiere y se dieron indicaciones y requerimientos a la Fundación al respecto.

"No digo que no sea una irregularidad la no rendición de las cuentas en plazo, pero lo que si digo es que eso nada tiene que ver con el Protectorado y sus funciones", ha explicado Rodríguez, que ha insistido en que nada tiene que ver el protectorado de Fundaciones con la revocación de subvenciones.

Ha manifestado que recuerda que en el caso de la Fundación Niemeyer los requerimientos se hicieron tanto por escrito como telefónicamente. Ha añadido que no existe un procedimiento reglado de comunicación jerárquica y por tanto no hizo comunicación escrita alguna sobre estas irregularidades a sus superiores, aunque ha reconocido que si se le hizo algún comentario "verbal" sobre estos incumplimientos a la consejera del ramo y presidenta de la Fundación.

En este sentido ha manifestado que no es a la Secretaria General Técnica a quien correspondía asesorar al patronato que contaba con sus propios órganos de asesoramiento.

Ha destacado como el resto de comparecientes que no tenía competencia alguna para controlar la concesión y justificación de subvenciones y ha indicado "no ser consciente" de haber dado por bueno ningún cambio estatutario de la Fundación ni haber dado ningún consejo al respecto.

En la misma línea ha manifestado que durante su cargo no desarrolló ninguna función de control de la Fundación más allá de las propias funciones de carácter general del Protectorado porque "para eso ya estaba el patronato".

Así ha insistido en defender la labor del Protectorado que a su juicio ejerció sus labores de control "en la medida de lo posible" dados los retrasos a la hora de presentar las cuentas por parte de la Fundación. "Quien en su caso puede haber no cumplido con sus obligaciones es el Patronato, no el Protectorado", ha indicado.

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