El acusado de asesinar a su mujer y emparedarla admite que la mató tras una discusión sin un plan previo

El acusado de asesinar a su mujer en septiembre de 2011 en Vinaròs (Castellón) tras estrangularla y ocultar el cadáver en un doble tabique de una alquería ha admitido este lunes en el juicio, en el que únicamente ha respondido a su abogado, que mató a su mujer tras una discusión en la que ella estaba "muy alterada" y ha negado que hubiera planificado su acción y que hubiese buscado un sicario con anterioridad.
Juicio al acusado de matar y emparedar a su mujer en Vinaròs
Juicio al acusado de matar y emparedar a su mujer en Vinaròs
EUROPA PRESS
Juicio al acusado de matar y emparedar a su mujer en Vinaròs

El acusado de asesinar a su mujer en septiembre de 2011 en Vinaròs (Castellón) tras estrangularla y ocultar el cadáver en un doble tabique de una alquería ha admitido este lunes en el juicio, en el que únicamente ha respondido a su abogado, que mató a su mujer tras una discusión en la que ella estaba "muy alterada" y ha negado que hubiera planificado su acción y que hubiese buscado un sicario con anterioridad.

Así, ha señalado ante un jurado popular que citó a su mujer en un almacén de su propiedad de Vinaròs para decirle que tenía otra relación sentimental y que iba a dejarla. "Me dijo de todo, me tiró un cubo de lapiceros a la cabeza, empezamos a discutir y la consecuencia fue lo que pasó", ha dicho, para asegurar que su esposa estaba "muy alterada" porque cree que sabía que él tenía otra relación. No obstante, ha asegurado que no es "cierto" que tuviera pensado matarla ni que hubiera buscado a un sicario para que lo hiciera.

El fiscal pide 20 años de prisión para el acusado, a quien atribuye asesinato, con la agravante de parentesco, así como una indemnización de 90.000 euros para cada una de las dos hermanas de la víctima. Según el ministerio público, el acusado propuso a terceras personas la muerte de su mujer pero, al no encontrar sicarios, decidió matarla él mismo, para lo que elaboró un plan. Los hechos sucedieron después de que su amante se enterase de que estaba casado y pedirle explicaciones.

De acuerdo con esta versión, construyó un doble tabique en una alquería de su propiedad en Sant Joan d'Enveja (Tarragona) donde ocultó el cuerpo de su mujer, a la que había estrangulado con un cable en un almacén de Vinaròs (Castellón).

Por su parte, la acusación particular solicita para el procesado 20 años de prisión, pena que la acusación popular representada por la Generalitat Valenciana eleva hasta los 23 años. La defensa ha pedido dos años y seis meses de prisión por un delito de homicidio con las atenuantes de confesión; reparación del daño; arrebato, obcecación u otro estado similar y trastorno mental transitorio.

En la primera sesión de juicio con jurado que se ha celebrado este lunes en la sección segunda de la Audiencia de Castellón el acusadoha negado que buscara un sicario para que matase a su mujer.

Así mismo, ha explicado que no es verdad que confesara a agentes de la Guardia Civil que tenía pensado matar a su esposa y que tenía preparado un tabique. "Eso se lo han inventado", ha aseverado. En este aspecto, el procesado ha explicado que el hueco donde colocó el cadáver era para hacer un armario ropero.

"no sabía qué hacer"

Además, ha aclarado que, tras matar a su mujer, "no sabía qué hacer, tuve mucho miedo y estaba fuera de mi, por lo que se me ocurrió esconder el cuerpo allí para que nadie lo viera y terminar el tabique". El acusado, que ha indicado que antes de los hechos su mujer le amenazó con un cuchillo, se ha mostrado arrepentido y ha señalado que intentó quitarse la vida en dos ocasiones en la cárcel.

Algunos agentes de la Guardia Civil han declarado en la sesión de este lunes que unos empleados de un bar les dijeron que el acusado, un mes antes de los hechos, les preguntó si conocían a algún sicario para matar a su mujer. Así mismo, han relatado que el procesado negó su participación en los hechos cuando fue detenido y sólo confesó tras saber que se iba a practicar un registro en la alquería de su propiedad.

Uno de los guardias civiles ha relatado, así mismo, que mientras que le estaba custodiando en el cuartel, el acusado, de forma espontánea, le contó que había conocido a otra mujer y que había intentado separarse más de una vez de su esposa, la cual le "controlaba" todo, y que se le pasó por la cabeza matarla. Además, el testigo ha dicho que el procesado le indicó las dificultades que había tenido para esconder el cadáver.

Dos de los agentes han destacado que habría sido "difícil" encontrar el cadáver si el acusado no hubiese indicado su ubicación. El juicio continuará este martes con la declaración de nuevos testigos.

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