El gabinete de crisis formado para solucionar el problema planteado por el buque holandés Ostedijk descartó anoche «cualquier solución en instalaciones portuarias», aunque al cierre de esta edición seguía sin decidir una alternativa. Mientras, Salvamento Marítimo remolcaba hacia el litoral lucense de Viveiro al Ostedijk al reavivarse la emisión de gases tóxicos en sus bodegas por descomposición de la carga de fertilizantes.
Con el traslado se intenta someterlo a vientos que ventilen los depósitos. La fermentación de abonos motivó ayer la evacuación en helicóptero de cuatro de sus doce tripulantes, intoxicados. Fueron trasladados al Hospital Juan Canalejo de A Coruña, donde se les atendió por una complicación en sus vías respiratorias, y fueron, posteriormente, dados de alta.
El Ostedijk detuvo su rumbo a Valencia en la madrugada del sábado por una reacción química en su carga de 6.000 toneladas de fertilizante. Los remolcadores lo trasladaron cerca de A Coruña.
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