Cada vez más familias catalanas tienen problemas para llegar a fin de mes y deben decidir qué factura dejan de pagar. En 2013, 217.023 se retrasaron en el pago de algún recibo relacionado con la vivienda, según la Encuesta de Condiciones de Vida publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Los datos de 2013 aún son provisionales y, aunque podrían variar, apuntan a una mejora, pues son el 7,8% de los hogares en lugar del 10,4% que en 2012 se retrasó en el pago del agua, la luz o el gas natural, el alquiler o la hipoteca o de otros gastos relacionados, como el IBI, la tasa de basura o la comunidad. Fueron casi el doble que en 2007, cuando eran el 5,6%.

El profesor de Sociología de la Universidad de Zaragoza Pau Marí-Klose cree posible que la razón sea el regreso de inmigrantes en situaciones económicas difíciles a sus países de origen, por lo que desaparecen de la estadística, aunque admite que esta teoría es difícil de corroborar.

El descenso también podría explicarse a que la muestra es relativamente pequeña, lo que aumenta el margen de error. En estos casos, «los indicadores son menos fiables-estables en el tiempo», agrega la profesora de Economía de la Universidad de Alcalá Olga Cantó.

En cualquier caso, los datos generales apuntan a un «recrudecimiento» de la situación, recuerda Marí-Klose, lo que concuerda con el  aumento registrado de familias que tienen dificultades para llegar a fin de mes, una realidad que constata la Federació d'Entitats d'Atenció a la Infància i l'Adolescència (FEDAIA).

«No hemos percibido ninguna mejora, más bien al contrario, pues las familias cada vez tienen menos ingresos y los precios suben», advierte el presidente de la  FEDAIA, Jaume Clupés, quien alerta del impacto a largo plazo que la situación puede tener en los niños.

Además, lamenta que los recursos sean insuficientes, algo en lo que coincide la decana del Col·legi Oficial de Treball Social de Catalunya, Núria Carrera, quien critica la falta de información sobre las ayudas existentes y las desaparecidas. «Hay mucha contención familiar y mucha solidaridad entre vecinos», agrega, al tiempo que recuerda que a la hasta ahora a la clase media le cuesta pedir ayuda.

El Ajuntament de Barcelona dobló en un año las ayudas a familias para pagar los recibos del hogar. En 2013 otorgó 3.117 ayudas por valor de 512.281 euros ( 96,7% más que en 2012).

193.000 familias catalanas  tienen problemas graves para pagar los recibos de la luz, el gas y el agua según el último informe del Síndic de Greuges.

Creu Roja alerta ahora que esta pobreza eléctrica contabilizada «va a más» y que el 60% de las 16.000 personas que atiende la entidad en Catalunya están en esta situación.

El porcentaje ha subido en un 20% desde el 2010. Los ingresos medios de los usuarios de los programas contra la pobreza de Creu Roja es de entre 300 y 500 euros mensuales y lo que deben pagar por los diferentes suministros del hogar no es menor a los 200 euros. al mes.