Medio Ambiente activará "formalmente" este mes la tramitación del Decreto del ruido, que ya acumula un año de retraso

Promoverá, con posterioridad, una ordenanza tipo para los ayuntamientos que "incumplan" la ley
Botellón
Botellón
EUROPA PRESS
Botellón

La tramitación del decreto que desarrolla la ley estatal sobre el ruido, que tenía que estar listo desde 2012, se activará "formalmente" este mes de enero, de manera que la estimación es que la normativa "pueda estar en condiciones de ser elevada", para su aprobación por el Consello de la Xunta, "este año", acumulando hasta dos de retraso si se agota 2014.

Con la aprobación de los presupuestos para el año 2012 y de la conocida como Ley de medidas fiscales y administrativas (conocida como ley de acompañamiento), la Xunta derogó la Ley gallega contra la contaminación acústica con el compromiso de promover una normativa alternativa en el plazo de un año, al respecto de lo que el Gobierno gallego ha optado por un decreto, con el fin de evitar superposiciones con la legislación estatal y toda vez que considera suficiente este marco básico.

Pese al incumplimiento del plazo que inicialmente se había dado, según han confirmado a Europa Press fuentes de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, el departamento que dirige Agustín Hernández tiene la intención de iniciar "formalmente el procedimiento de tramitación en este mes de enero" y "poder estar en condiciones de elevar (el decreto) para aprobación este año".

Hace varios meses que comenzó a redactarse el borrador del decreto del ruido, en el que deberán preverse, según el real decreto ley de 2007, aspectos como los tipos de áreas acústicas en las que se dividirá el territorio y su cumplimiento; el mantenimiento o endurecimiento de los objetivos de calidad acústica —valores máximos en un plazo diario y anual permitidos por la legislación en determinadas zonas que clasifican los ayuntamientos y los valores límite —los máximos puntuales o diarios permitidos para un emisor acústico—.

Asimismo, deberá incluir las suspensiones temporales de los objetivos de calidad acústica, que es la excepción que permite la propia normativa estatal y que, generalmente, está vinculada a eventos puntuales como pueden ser las fiestas de un barrio.

Otra de las cuestiones es la regulación de las servidumbres acústicas —zonas próximas a infraestructuras donde se permite un valor dado con unas condiciones determinadas—, junto con la elaboración de mapas de ruido para zonas donde se incumplan los objetivos de calidad, la regulación de reservas de sonidos de origen natural, y la elaboración de un sistema de control de empresas autorizadas para realizar mediciones de ruido en Galicia.

Ordenananzas municipales

Esta normativa también implica la creación de una comisión de coordinación, puesto que existen diferentes estamentos con atribuciones, como la Xunta y los ayuntamientos.

De hecho, una de las obligaciones que acarreará este decreto será la de redactar ordenanzas municipales, para lo que las entidades locales tendrán un año de plazo, según las previsiones del borrador.

En este sentido, la consellería impulsará, con posterioridad a este decreto y mediante una orden, una ordenanza local "tipo" que auxiliará a los ayuntamientos que no tengan capacidad técnica para desarrollar la normativa.

La ley vigente del ruido, en su artículo 6, atribuye exclusivamente a los ayuntamientos su aprobación, de manera que estos tienen que adaptar las ordenanzas existentes y el planeamiento urbanístico a las normativas vigentes, una tarea que está a punto de completar el Ayuntamiento de A Coruña, con la aprobación inicial de su ordenanza, en la que, entre otras cuestiones, se prevé exigir un permiso a los músicos para tocar en la calle. Entrará en vigor en la primavera, según la estimación del Consistorio.

Aunque el deber de la ley básica estatal señala directamente y de forma "exclusiva", según recuerda Medio Ambiente, a los entes locales para la elaboración de una ordenanza sobre la calidad acústica, en el anteproyecto de decreto autonómico se ha previsto "un mecanismo de subsidiariedad" basado en la normativa de régimen local para que la Xunta pueda establecer una ordenanza genérica adaptada a la legislación estatal, como estuvo vigente desde el año 2002 hasta 2011.

Esta ordenanza genérica podrán aplicarla los ayuntamientos que "hayan incumplido la obligación de diseñar una ordenanza propia" y no dispongan de esa normativa local "adaptada" al marco legal.

Con todo, y según han precisado las mismas fuentes, la ordenanza tipo "no forma parte del anteproyecto de decreto", sino que está previsto abordarla en un momento posterior mediante una orden de la Consellería que dirige Agustín Hernández.

Mapa de carreteras

Por otro lado, en materia de calidad acústica, el decreto también atañe a las infraestructuras viarias y, en este sentido, las carreteras autonómicas deberán adaptarse a los valores que marca la ley, para lo que se pondrán pantallas acústicas como medidas correctoras, aunque para reducir los decibelios también se pueden utilizar barreras naturales como son los árboles.

Vinculada precisamente con la red viaria se encuentra la elaboración del mapa de ruido, que es de obligada revisión cada cinco años y que ya tenía que estar listo también en 2012.

La licitación de este mapa salió publicada en el Diario Oficial de Galicia (DOG) del 13 de mayo de 2013, por un importe de 500.000 euros para cubrir los nueve contratos en que se dividirá esta tarea, la cual, a su vez, fracciona a Galicia en otras tantas áreas de actuación.

En total, y con un plazo de ejecución a punto de finalizar (era de diez meses desde mayo), se trabaja sobre 514,36 kilómetros de carreteras que registran una intensidad media diaria de tres millones de vehículos.

Del total de los 514,36 kilómetros, y según los datos del departamento autonómico, 227,59 kilómetros se corresponden con la provincia de A Coruña; 246,48 kilómetros, con la de Pontevedra; 32,78 kilómetros, con la de Ourense; y 7,11 kilómetros, con la de Lugo.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento