Deberá mejorar la calidad de vida de las personas dependientes, de los inmigrantes o de las mujeres maltratadas.

Pero muchos de los derechos ya están en la Constitución...

Requerirá una apuesta firme de nuestros políticos. Ahora se convierten en una demanda totalmente legítima de la ciudadanía andaluza.

¿Cuál es la mayor novedad en lo institucional?

El Órgano mixto local, en teoría un puente de unión entre ayuntamientos y Junta.

¿Qué claves no se han debatido aún públicamente?

Además de los temas sociales, el testamento vital, la dignidad ante la muerte, la investigación tecnológica con material biogenético o la medicina predictiva.

¿Por qué el Estatuto andaluz no ha sido tan polémico?

Por el consenso entre las dos fuerzas mayoritarias que, al contrario que en Cataluña, no poseían presiones nacionalistas y han entendido que la falta de apoyo al Estatuto sería un suicidio político.

¿En qué ha podido influir el carácter andaluz?

No creo que ser andaluz o catalán revierta en un mayor carácter polemista, se genera porque hay intereses políticos. La polémica con el catalán era la financiación y sobre esto se ha articulado un discurso con aspectos secundarios. Sin la financiación, la polémica no habría existido.