Los desperfectos son apreciables desde la parte exterior del templo, desde donde se observa el deterioro de la cubierta que se hace patente en el interior de la iglesia en muchas de sus dependencias, como el museo, el claustro o la sacristía.

El motivo del mal estado son las filtraciones de aguas que afectan a bóvedas, esquinas y paredes, que han llegado a causar incluso desprendimientos en retablos y otros elementos del templo, según ha publicado este jueves 'Diario de Burgos' en una información recogida por Europa Press.

Las mismas fuentes han señalado que el párroco de la Colegiata, Clementino González, tomó la decisión del cerrar el templo a las visitas el pasado 5 de enero ante el mal estado de la cubierta, aunque ha decidido mantener las celebraciones religiosas.

Asimismo, la situación se ha visto agravada con las últimas lluvias, que han provocado que el agua cayese directamente sobre parte de los elementos arquitectónicos y artísticos de la Colegiata, como en el sepulcro de la Princesa Cristina, el artesonado del siglo XV del techo y el Museo de las Telas.

Una situación similar a que se ha registrado en la zona del archivo de

la iglesia, en el que se encuentra un documento del año 978 en el que se recoge la creación del Infantado de Covarrubias.

La jefa del Servicio Territorial de Cultura, Blanca González, acompañada de varios técnicos de la Junta de Castilla y León, se ha desplazado hasta Covarrubias para conocer el alcance de los desperfectos.

El delegado territorial de la Junta, Baudilio Fernández-Mardomingo, ha asegurado que no se ha registrado ninguna parte que haga prever un derrumbe, aunque ha señalado que se desconoce cómo evolucionará la infraestructura.

Asimismo, ha recordado el compromiso del Gobierno regional con la Colegiata de Covarrubias a través de un proyecto, en trámites administrativos, de más de 500.000 euros, que pretende solucionar los problemas del histórico monumento.