Juzgados los tres jóvenes acusados de robar en 2010 plantas de marihuana de una casa de Cabezón y su propietario

El Juzgado de lo Penal 2 de Valladolid ha dejado visto para sentencia el juicio celebrado contra los tres jóvenes que febrero de 2010 fueron detenidos bajo la acusación de robar plantas de marihuana en una vivienda de Cabezón de Pisuerga, con la presunta intención de traficar luego con la mercancía, y que han compartido banquillo con el propietario del inmueble, jardinero de profesión, al que igualmente se imputa un delito contra la salud pública.

El Juzgado de lo Penal 2 de Valladolid ha dejado visto para sentencia el juicio celebrado contra los tres jóvenes que febrero de 2010 fueron detenidos bajo la acusación de robar plantas de marihuana en una vivienda de Cabezón de Pisuerga, con la presunta intención de traficar luego con la mercancía, y que han compartido banquillo con el propietario del inmueble, jardinero de profesión, al que igualmente se imputa un delito contra la salud pública.

El suceso objeto de la presente causa se remonta a la madrugada del 14 de febrero de 2010 cuando los jóvenes Diego D.M, Alfredo M.R. y Andrés F.J. fueron detenidos en Santovenia de Pisuerga tras una intensa persecución a cargo de una patrulla de la Guardia Civil que se inició poco antes en Cabezón de Pisuerga, localidad esta última donde los perseguidos habían violentado, presuntamente, la puerta de una casa sita en la calle Jorge Guillén y de la que se llevaron cuatro cajas con casi un kilo de plantas de marihuana.

Lo curioso del caso es, por un lado, que a raíz de lo ocurrido la Benemérita descubrió en la referida casa una plantación de marihuana (cannabis sativa), en concreto 45 plantas en diverso estado de crecimiento y con un peso de 1.397 gramos—el valor es de 4.810 euros en su venta al menudeo y de 1.078 por su venta en kilos—productos fertilizantes y lámparas de luz blanca, y, por otro, que el propietario y también acusado, Dionisio S.M, fue detenido dos meses después al personarse en el inmueble donde le esperaban los guardias desde el día del robo.

Para el autoconsumo

Durante el juicio, tan sólo uno de los tres acusados del delito de robo, Andrés F.J, ha reconocido su culpa pero, al igual que el resto, ha alegado que las plantas de marihuana obtenidas en la vivienda de Cabezón tenían por destino su autoconsumo y no su venta a terceras personas.

"Fuimos a pillar. Había bebido dos botellas de ron y estaba hasta las trancas", ha declarado Andrés F.J, quien, en declaraciones recogidas por Europa Press, ha explicado que conocía al propietario del inmueble, Dionisio S.M, por haber compartido con él ingreso en el Psiquiátrico Doctor Villacián y que su intención era comprarle marihuana ya que era conocedor de que tenía una plantación.

Sin embargo, el testigo ha asegurado que al no encontrar a su amigo en la vivienda sufrió un "cruce de cables" debido a la ansiedad que tenía y por ello se lió a patadas con la puerta de entrada hasta lograr abrirla, momento en el que entró en ella con Alfredo M.R. para hacerse con cuatro cajas con casi un kilo de cogollos, mientras el tercer acusado, Diego D.M, permanecía al volante del vehículo con el que acto seguido los tres emprendieron la frustrada huida.

Por su parte, el joven que entró con él en la casa, Alfredo M.R, interno actualmente en el Hospital Psiquiátrico Penitenciario de Fontcalent (Alicante), ha asegurado no recordar nada de lo ocurrido aquel día debido a su estado de embriaguez, mientras que el conductor del turismo, Diego D.M, se ha declarado inocente de todos los cargos tras alegar que se limitó a trasladar a sus acompañantes hasta Cabezón en la creencia de que iban a comprar marihuana para su propio consumo.

Ni siquiera el propietario de la plantación de 'maría' ha reconocido la comisión del delito de tráfico de drogas puesto que, según ha insistido, el cultivo que mantenía en la vivienda era para su consumo y el compartido con otros amigos que de vez en cuando le visitaban.

Pese a ello, el Ministerio Fiscal ha solicitado para el jardinero y dueño de la plantación, Dionisio S.M, una pena de nueve meses de cárcel y 2.500 euros de multa por un delito contra la salud pública, así como dos años de internamiento en un centro psiquiátrico para Alfredo M.R. por idéntico delito y otro de robo—le aplica una eximente completa por padecer una esquizofrenia paranoide—y dos años y medio y un día de prisión y multa de 3.619 euros para Andrés F.J. por la comisión de ambos delitos, atenuados por su condición de drogadicto.

Para el cuarto de los acusados, Diego D.M, conductor del vehículo utilizado en los hechos, la acusación pública ha solicitado la pena más dura, un total de cinco años de prisión, dos por el delito de drogas y tres por el robo, y el pago de una multa de 3.619 euros.

En cuanto a las defensas, las de Diego y Dionisio han solicitado un fallo absolutorio, mientras que el letrado de Alfredo se ha conformado con la petición del fiscal y el de Andrés ha aceptado la pena de un año y un día por el delito de robo pero ha rechazado la imputación por el robo.

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