El Ayuntamiento de Tarragona y la Autoridad Portuaria niegan contactos para almacenar residuos químicos sirios en las instalaciones del puerto. El alcalde del municipio catalán, Josep Fèlix Ballesteros (PSC), ha salido al paso de la información publicada este jueves en El Periódico y ha asegurado que "no hay nada de nada" y que nadie se ha puesto en contacto con las instituciones.

El alcalde, que se ha mostrado convencido de que la operación no se acabará produciendo, ha aprovechado para criticar que "algunos sólo piensan en Tarragona cuando hay cosas que no saben donde colocar". En este sentido, ha reclamado la concreción de las inversiones pendientes del Gobierno central en la ciudad y ha admitido que una hipotética llegada de residuos al Puerto de Tarragona perjudicaría al sector turístico.

Según esta información, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, habría pedido al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, poder almacenar residuos químicos provenientes de las armas químicas sirias en un puerto de la costa española, que podría ser el Puerto de Tarragona.

En total, serían unas 15 toneladas de gas sarín y gas mostaza, entre otros. Estos residuos serían previamente tratados por un barco especializado en alta mar mediante la hidrólisis desplegable para neutralizar los componentes químicos y, posteriormente, trasladados a otra embarcación que los descargaría al puerto. Según fuentes diplomáticas citadas por el rotativo, los residuos no supondrían ningún peligro porque habrían sido previamente incinerados.

Esta petición ya habría sido rechazada por el ejecutivo español, a pesar de que no se descarta que vuelva a salir en la reunión que los dos mandatarios tienen que mantener el próximo lunes en la Casa Blanca. Según el periódico catalán, el gobierno de los Estados Unidos ha planteado al ejecutivo español que si no es el puerto de Tarragona el que acoja los residuos sea el de Rota, en Cádiz. Obama también ha hecho esta demanda a Francia e Italia.

El proceso de desmantelamiento del arsenal de armamento químico se inició martes después de un acuerdo de la ONU con el visto bueno de Rusia y los Estados Unidos. Un barco comercial danés zarpó desde el puerto de Latakia, en Siria, escoltado por tres fragatas militares, con destino desconocido.

Alemania destruirá en su territorio parte de las armas químicas del régimen sirio de Bachar al Asad, dentro del proceso supervisado por Naciones Unidas (ONU), anunció este jueves el ministro de Exteriores, Frank Walter Steinmeier.

La Sociedad para la Eliminación de Armas Químicas y Residuos de Armamento (GEKA), situada en Munster (norte del país) y participada únicamente por el Ministerio de Defensa alemán, será la encargada de quemar los productos químicos hidrolizados del arsenal sirio que se está desmantelando ahora.

Según explicó en un comunicado el Ministerio de Exteriores, el gas mostaza será recogido por Estados Unidos que procederá, en barcos estacionados en el Mediterráneo, a la descomposición de los distintos elementos de estas armas químicas.

Posteriormente, los componentes hidrolizados llegarán a la planta de destrucción de Alemania, donde serán quemados. Se espera que el país germano reciba varias toneladas de estos químicos.

"Nadie que tenga la capacidad técnica para hacerlo puede negarse a actuar" manifestó Steinmeier, al tiempo que confío en que la destrucción del armamento químico signifique "un primer paso que posibilite apaciguar el conflicto sirio".