Un demonio alado, de cabeza y pezuñas de cabra, permanece majestuosamente sentado frente a una losa con un pentagrama invertido. A ambos lados de la criatura, dos niños la miran con simpatía. El proyecto fue presentado el 6 de enero por el Satanic Temple (Templo Satánico), autodenominado "organización religiosa" y con sede central en Nueva York.

El culto  ha iniciado una campaña para que el monumento de más de dos metros de alto "en homenaje a Satán" se construya en Oklahoma City en las inmediaciones del Capitolio de la metrópolis, sede del gobierno del estado. La ciudad es la capital del estado de Oklahoma, conocido por ser parte del Bible Belt (Cinturón de la Biblia), un conjunto de estados del sureste de los EE UU caracterizados por un conservadurismo fundamentado en el cristianismo.

Los satanistas han enviado la propuesta al consejo de supervisores del terreno del Capitolio con la intención de que la gran escultura se sitúe junto al monumento dedcado a los 10 mandamientos bíblicos (financiado con fondos privados) que se erigió en 2012 en la zona norte de la superficie que rodea al edificio oficial.

Argumentan que, de la misma manera que se ha permitido la manifestación de carácter religioso, la estatua de Satán debería tener los mismos derechos. No es la primera vez que el monumento a los diez mandamientos levanta ampollas en su corta existencia: en agosto de 2013, el American Civil Liberties Union (Unión de Libertades Civiles Estadounidenses) decidió demandar al Estado porque considera que es una intrusión de la religión en la vida política.

En una campaña de microfinanciación para la obra, el Templo de Satán, que pedía 20.000 dólares (14.700 euros), ha recaudado 23.334 (17.200 euros) cuando todavía quedan nueve días para que termine el plazo para las donaciones. La figura demoníaca es la más popular de los proyectos presentados a la comisión del Capitolio: también ha habido peticiones de un líder hindú de Nevada, de un grupo en favor de los derechos de los animales y de la satírica Iglesia del Monstruo del Espagueti Volador (creada en 2005 para combatir la enseñanza del creacionismo en las escuelas).

El portavoz satanista, Lucien Greaves, considera que la representación de Satán "complementa y contrasta" a la de las Tablas de la Ley del Antiguo Testamento. Greaves ha declarado al periódico Los Angeles Times que interpreta la escultura como "un símbolo de la libertad religiosa" y a la heterodoxia: "Es un testimonio histórico que celebra a los chivos expiatorios, a la minoría marginada y demonizada".

Una de las representaciones artísticas de Satán más emblemáticas es La Fuente del Ángel Caído del parque del Retiro (Madrid), una obra del artista madrileño Ricardo Bellver que curiosamente está situada, según se dice, a 666 metros de altitud. La escultura, que muestra a un Lucifer con expresión rabiosa, recién expulsado del Paraíso, fue financiada por el duque de Fernán Núñez y causó un gran revuelo en la sociedad madrileña de finales del siglo XIX.

También fue muy controvertida la representación artística de Satán que hay en la catedral de San Pablo de Lieja, en Bélgica. La escultura que se muestra actualmente, que data de 1837 y es obra de Guillaume Geefs, sustituye a la que se colocó en un primer momento, creada por su hermano Joseph Geefs y cuya retirada fue ordenada por el clero porque su aspecto de hermoso efebo podía distraer a las jóvenes feligresas.

Italia alberga otra famosa escultura del Anticristo, concretamente en el Monumento al Traforo del Frejus de Turín. La obra, inaugurada en 1879, se hizo para conmmemorar la construcción del túnel de Frejus y consta de una pirámide de rocas procedentes de la excavación coronadas por un genio alado que en realidad es una representación de Lucifer, pues lleva un lucero en la frente.