El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha afirmado que espera que el eventual comunicado sobre el desarme de ETA pueda producirse antes de "seis meses", y ha expresado su deseo de que este asunto no se utilice como "estrategia electoral" por parte del entorno de la banda.

Además, ha mostrado la disposición del Gobierno vasco para, en el caso de ser requerido para ello, participar en la "verificación" de la hipotética entrega de armas por parte de la banda.

Urkullu, en una entrevista en ETB, se ha referido a las expectativas en torno a un próximo comunicado de la organización terrorista en la que esta podría anunciar su disposición a entregar sus arsenales.

El presidente del Gobierno autonómico ha manifestado que espera que este anuncio pueda producirse "cuanto antes", y ha mostrado su deseode  que un comunicado de estas características llegue antes de "seis meses". El lehendakari ha reconocido que "la gestión interna" de estas cuestiones "no es fácil" en el mundo de ETA y su entorno, pero ha advertido de que esto no debería utilizarse como "estrategia electoral".

Además, ha lamentado que el Gobierno central haya "despreciado" la posibilidad de encargarse de la "verificación" de una eventual entrega de las armas por parte de ETA. Urkullu ha asegurado que su gobierno y el PNV no tienen afán alguno de "protagonismo", aunque ha afirmado que, en caso de que su contribución pueda ser positiva, están dispuestos a participar en las tareas de verificación.

De todas formas, ha asegurado que le da "igual" quien se encarga de este tema, ya sean agentes internacionales, locales, el Gobierno vasco o el Ejecutivo central, siempre que se logre el desarme de ETA y la disolución de la banda.

Por otra parte, se ha referido al encuentro que mantendrá próximamente con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el que ha recordato que tiene previsto plantear la situación de los presos de ETA —el Gobierno autonómico reclama un cambio en la política penitenciaria— y presentarle el "Plan de Paz y Convivencia" elaborado por su gabinete.

Iñigo Urkullu se ha declarado partidario de la República y ha cuestionado el trabajo que ha desarrollado la Monarquía bajo el reinado de Juan Carlos I.

El lehendakari ha considerado que la Monarquía "no ha jugado hasta ahora" el papel que le corresponde "en lo que pueda ser armonizar la realidad institucional desde el respeto a las nacionalidades históricas".