En general, la inversión oscila entre los 35 euros de las opciones más baratas «hasta los 90» de los trajes más elaborados, complementados con accesorios. Un disfraz de Bella Durmiente puede costar 49 euros, a los que hay que sumar seis de la varita mágica.
Los corsarios triunfan
Respecto a la temática de este año, «lo que se lleva es lo clásico», señalan en Porvén. Piratas y superhéroes, ellos; princesas de cuento, ellas. Eso sí, los más previsores no compran ahora, sino que han adquirido sus disfraces en Navidad.
Pero, sobre todo, lo que más se verá este año por las calles de A Coruña serán corsarios de la película Piratas del Caribe, con el clásico parche para el ojo y el sombrero con tibias cruzadas al que se puede añadir pistolas de gomaespuma.
Tras lo clásico, los animales también tienen bastante tirón entre los más pequeños. Están el tigre de Winnie the Pooh, las vacas e incluso trajes de mosca, con las alas, por supuesto.
El kit del ‘choqueiro’
Caretas: Las hay de todo tipo, desde brujas hasta monstruos legendarios, y se encuentran entre siete y diez euros.
Sombreros: Los más demandados son de cordobés, pirata y bruja y cuestan entre cuatro y seis euros.
Pelucas: Mil colores y mil formas, de dos a tres euros.
Otros complementos: Entre 0,60 y tres euros podemos hacernos con bigotes, gafas, narices, sprays y purpurina.
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