Registrado en el Consulado de Argentina el testimonio de la hija de Pío de Miguel Golvano, asesinado en Soria en 1936

El testimonio de la hija de Pío de Miguel Golvano, al parecer asesinado en las Matas de Lubia (Soria) en septiembre de 1936, ha quedado registrado en el Consulado General de la República Argentina en España con el objeto de que sea incorporado al procedimiento judicial que instruye la jueza argentina María Servini de Cubria contra los crímenes del franquismo.

El testimonio de la hija de Pío de Miguel Golvano, al parecer asesinado en las Matas de Lubia (Soria) en septiembre de 1936, ha quedado registrado en el Consulado General de la República Argentina en España con el objeto de que sea incorporado al procedimiento judicial que instruye la jueza argentina María Servini de Cubria contra los crímenes del franquismo.

En el testimonio por escrito registrado este viernes "se detallan todos los hechos" de la desaparición y posterior muerte de Pío de Miguel Golvano el 9 de septiembre de 1936, un ferroviario de Arcos de Jalón que tenía 34 años cuando ocurrieron los hechos, casado y con cuatro hijos, y represaliado, según el testimonio de su hija, por haber estado afiliado a UGT durante la II República, tal y como ha explicado a Europa Press su nieto, Carlos González.

Esta declaración de la hija de Pío de Miguel Golvano, rubricado también por su nieto para "reforzarla", se remitirá desde el Consultado a la jueza María Servini de Cubria, para que decida si lo incorpora al procedimiento y si llama a declarar o no a Felicitas de Miguel Sanz, la hija de la víctima.

Tal y como recoge la propia declaración a la que ha tenido acceso Europa Press, Pío de Miguel Golvano nació el 11 de junio de 1902 en la localidad soriana de Radona.

Trabajaba en Renfe en Arcos de Jalón y estaba casado y tenía cuatro hijos de entre uno y siete años cuando el 12 de septiembre de 1936, dos meses después del golpe de Estado liderado por el general Francisco Franco "fue sacado a la fuerza de su domicilio por un grupo de civiles y guardias civiles".

Según ha explicado su nieto, el motivo en el que se sostuvo este "secuestro-detención" no fue otro que la afiliación de Pío de Miguel Golvano a UGT, ya que "nunca estuvo implicado políticamente en nada, fue un afiliado de base".

Ese 12 de septiembre de 1936, "tras la celebración de la misa" tal y como ha apuntado Hernández, los responsables del arresto estaban dirigidos por "un terrateniente del pueblo, dueño de un comercio de tejidos y conocido por sus ideas ultraderechistas".

Guardias civiles

También se nombra en el testimonio a uno de los dos guardias civiles que participaron en la detención quien al parecer asistió a "numerosas detenciones arbitrarias y asesinatos cometidos en la comarca".

Pío de Miguel Golvano fue introducido en un camión junto a otros vecinos de Arcos de Jalón y fue encerrado en la prisión de la localidad arcobrigense "durante una o dos noches".

A partir de ahí se perdió su rastro, ya que "fue subido con otros a un camión que supuestamente les iba a trasladar a la cárcel de la ciudad de Soria. Nunca llegó a esa prisión", sostienen hija y nieto en el testimonio enviado al juzgado argentino.

Según las investigaciones realizadas por los hijos, Pío de Miguel Golvano "fue fusilado y enterrado", junto a otras personas, en el paraje conocido como Las Matas de Lubia.

En este lugar, Las Matas de Lubia, se encuentran "centenares de cadáveres" de represaliados del franquismo, "posiblemente una de las fosas mayores" del país, tal como ha apuntado Carlos Hernández, quien ha añadido que han buscado infructuosamente datos sobre su caso en diferentes archivos civiles y militares de toda España.

"En ninguno hay constancia sobre su detención, reclusión, secuestro y asesinato, porque no hubo juicio ni nada. Es como un fantasma", ha comentado el nieto del ferroviario.

Por vía judicial

La familia de Pío de Miguel Golvano se sumó en su día a la querella del juez Baltasar Garzón en julio de 2007, si bien se produjo la inhibición forzosa de dicha actuación como consecuencia de lo resuelto en la Sala Segunda del Tribunal Supremo.

El siguiente paso ha sido acudir a la justicia argentina, a la causa abierta contra los crímenes del franquismo por la jueza María Servini de Cubria para que "al menos quede constancia" de lo que le ocurrió al ferroviario de Arcos de Jalón y los familiares consigan "una reparación moral", según Hernández, que "reconozca que hubo asesinatos por defender la democracia".

El nieto de Pío de Miguel Golvano ha recordado que hace un mes llamaron a declarar al juzgado argentino a algunos testigos, hijos y nietos de represaliados, mientras que el próximo mes de febrero volverá a llevarse a cabo una nueva declaración de otros familiares de víctimas del franquismo, esta vez por videoconferencia.

Tras el registro del testimonio de la hija y el nieto del ferroviario soriano asesinado en 1936 en el Consulado de la República Argentina, queda esperar a conocer si la jueza María Servini de Cubria lo incorpora o no al procedimiento.

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