Los jóvenes exploran rincones para achucharse

Del nuevo Bilbao surgen otros espacios para esparcir o esconder el amor. San Valentín los vigila.
«I love you, baby». (Begoña Hernández)
«I love you, baby». (Begoña Hernández)
«I love you, baby». (Begoña Hernández)
Como un trilero, la ría esconde y muestra tortolitos. Los novios son sus cómplices y saben bien dónde hallar en Bilbao lugares para esparcir amor o esconder manitas. La ciudad ha cambiado y con ella, los niditos de amor. «Bilbao, siempre en tu corazón», reza el eslogan de la ciudad. San Valentín estará contento en su día.El paseo de Abandoibarra se ha convertido en el escaparate de parejas edulcoradas. «Ay, para». «Jo, para tú». Una parejita se está tirando palomitas frente a la pasarela Arrupe. Así, toda la tarde.

Pero no todo son palomitas. El recoveco de la ría en el Mercado de la Ribera es el lugar predilecto para el metemano furtivo. El olor a pescado de ayer no disuade a los novios de amarse un rato.

Eso, los chavales. Los que tienen coche prescinden de la ría. Una Artxanda anochecida o un parking en el Alto de Santo Domingo son alcoba apresurada. Desde abajo los bilbaínos miran todas esas luces en el monte. Semillitas.

El limbo en el ‘sex shop’

Al fin y al cabo, San Valentín siempre ha ido medio desnudo por la vida. ¿Y si su limbo fuera un sex shop? Puede ser. Las ventas en estas tiendas suben en los días previos al 14 de febrero. «El cliente busca un producto especial, que si lencería, un vibrador, bolas chinas...», detalla Pedro Lozano, dueño del sex shop Ledesma. Este año se llevan los movimientos circulares.

Y un inglés vino a Bilbao...

«I love you, baby». Ella es irlandesa y estudia en Bilbao. Él es inglés y ha venido a visitarla. Como vemos en la imagen, ayer pasearon felices por Bilbao. Quién sabe si San Valentín intercedió en su día. Un par de «please» y se animaron a posar besándose.

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